Con el fin de conseguir empresas y mercados más sostenibles, industrias como la textil o la alimentaria están haciendo uso de pigmentos vegetales o fotosintéticos en su producción. Con ello, consiguen el doble objetivo de dotar a sus productos de una apariencia más atractiva para los consumidores al mismo tiempo que les dan un valor añadido con ingredientes naturales.
¿Qué son los pigmentos vegetales?
Técnicamente, son las sustancias que dan color a los organismos biológicos, animales y vegetales; siendo los únicos con capacidad de absorber la energía de la luz solar y transformarla en energía química mediante la fotosíntesis. Se encuentran presentes en hojas, frutos, flores, raíces, corteza, madera y también en algunos animales invertebrados y en minerales. Su uso como pigmentos para productos textiles se remonta a la época neolítica, cuando ya se recurría a colorantes presentes en la naturaleza para teñir telas (1).
Tipos de pigmentos vegetales
En las plantas terrestres, hay dos clases de pigmentos fotosintéticos: las clorofilas y los carotenoides; mientras que en verduras y frutas están los polifenoles.
Clorofilas. La clorofila A y la clorofila B son los principales pigmentos fotosintéticos de las plantas. Las moléculas de clorofila absorben longitudes de onda azules y rojas, lo que da como resultado una pigmentación verde y parda. Debido a la función central de la clorofila a en la fotosíntesis, todos los pigmentos utilizados además de la clorofila a se conocen como pigmentos accesorios (1).
Carotenoides. Los carotenoides son otro grupo esencial de pigmentos. Absorben la luz violeta y verde azulada Los brillantes carotenoides encontrados en frutos —como el rojo del tomate (licopeno), el amarillo de las semillas de maíz (zeaxantina) o el naranja de una cáscara de esta fruta (β-caroteno)— se utilizan como reclamos para atraer insectos y otros animales, de manera que puedan ayudar a dispersar las semillas de las plantas. En sus aplicaciones industriales sirven para colorear los productos alimentarios o textiles de esas mismas tonalidades (2).
Además de estos grupos principales, otros pigmentos vegetales son:
Antocianinas. Las antocianinas son un grupo de pigmentos vegetales solubles en agua. Están presentes en vegetales y frutas, como uvas, cerezas, moras o arándanos, y son los responsables de su color. Las tonalidades de las antocianinas van desde el violeta, al azul o rojo (3).
Betalaínas. Estos pigmentos vegetales derivados de aminoácidos son característicos de algunos hongos y producen pigmentos rojos y amarillos (4).
Polifenoles. Moléculas que se producen de manera natural a través de los procesos metabólicos de las plantas. Actúan como escudo protector contra los ataques de patógenos externos, además de ser responsables de darles su color. Dentro de estos, podemos encontrar la enocianina, el colorante natural de las uvas rojas, que se usa en la pigmentación de bebidas, licores, yogures, helados, etc. (5).
Principales aplicaciones de los pigmentos vegetales
Las dos principales aplicaciones de los pigmentos vegetales son en la industria alimentaria y en la industria textil.
Pigmentos vegetales en la industria alimentaria
En la elaboración de alimentos se emplea una amplia variedad de colorantes naturales que provienen de grupos vitamínicos y materias como la clorofila, los carotenos o el carbón vegetal, entre otros.
Los principales pigmentos naturales para los alimentos pertenecen a tres grupos:
Carotenoides: son colorantes naturales liposolubles amarillo-naranja presentes en alimentos tanto de origen vegetal como animal.
Polifenoles: son colorantes vegetales responsables de las tonalidades rojizas que se encuentran en frutas y verduras.
Derivados tetrapirrólicos: si son de origen vegetal son las clorofilas y son de color pardo; si son de origen animal se llaman hemo y son rojo-rosado.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria recuerda que en este sector los pigmentos naturales se usan para (6):
Compensar las pérdidas de color tras la exposición a la luz, el aire, la humedad y las variaciones de temperatura.
Potenciar los colores naturales.
Añadir color a alimentos que de otro modo serían incoloros o tendrían un color distinto.

Para la industria textil
El sector de la moda es una de las industrias que más desechos produce en el mundo, en concreto, 92 millones de toneladas, según The Global Fashion Agenda (7). Además, según datos de Naciones Unidas, este sector es responsable de entre el 2% y el 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y del 9% de la contaminación por microplásticos que llega a los océanos cada año, además de consumir 215 billones de litros de agua cada año (8).
Estas cifras muestran una realidad: que el sector está trabajando para propiciar un cambio en su producción y crear ‘moda sostenible’. Dentro de todo lo que abarca este concepto, que no deja de ser una carrera de fondo, hay que destacar el uso de las pinturas naturales.
Algunas de las ventajas principales de las prendas con sustancias naturales es que son únicas, ya que es complicado hacer dos con la misma intensidad o matiz; no tienen componentes que pueden ser perjudiciales para la salud; se utilizan desechos orgánicos para elaborarla, y se reduce el riesgo de contaminación del proceso industrial de crear tonos artificiales.
En definitiva, la tendencia de la industria de consumo es optimizar su producción y ser más respetuosos con el entorno en el uso que hacen de materias primas. Esto se traduce en un objetivo: reducir la utilización de recursos para combatir la contaminación y cuidar el medioambiente, manteniendo una producción acorde con las necesidades de los ciudadanos.

¿Cuál es su importancia dentro de la industria alimentaria en España?
Los pigmentos vegetales desempeñan una función importante en la industria alimentaria. Y es que la estética es importante en las decisiones de compra de los consumidores. Los pigmentos ayudan a que determinados productos que de otro modo podrían parecer poco atractivos, «entren por los ojos» en la percepción de los consumidores.
Eso sí, no a cualquier precio. Y es que, en un mercado caracterizado por una creciente preocupación por la salud y la sostenibilidad de los alimentos, los pigmentos fotosintéticos se posicionan como la mejor opción para dotar a los productos alimentarios de una mejor apariencia visual sin restarles propiedades nutricionales ni introducir elementos que puedan resultar perjudiciales para la salud.
¿Qué beneficios tienen para las empresas dentro de la industria alimentaria?
Las empresas del sector alimentario que recurren a pigmentos naturales consiguen:
Cumplimiento normativo. En un mercado nacional y europeo en el que la regulación relacionada con las cuestiones ambientales y de salud pública es cada vez más estricta, el uso de colorantes naturales es casi obligatorio. En ese sentido, la Unión Europea tiene perfectamente delimitados los aditivos alimentarios permitidos (9).
Ventaja competitiva y valor añadido. El uso de este tipo de pigmentos permite a las empresas posicionarse como empresas que producen alimentos libres de colorantes sintéticos, una importante ventaja competitiva de cara a conquistar a una creciente cantidad de consumidores interesados por los alimentos naturales y saludables.
Retos en la implementación de los pigmentos vegetales
El uso de pigmentos naturales también lleva aparejados una serie de retos, como:
Estabilidad. Los pigmentos vegetales son más difíciles de controlar durante los procesos de fabricación de alimentos. Son sensibles a alteraciones de ph, luz o temperatura, lo que puede provocar variaciones en la apariencia del producto final.
Coste. Suelen implicar mayores costes de producción, extracción e integración en los procesos productivos, un incremento que puede acabar repercutiendo en el precio de venta del producto.
Etiquetado. El uso de pigmentos naturales contribuye a que la etiqueta de un producto alimentario sea lo más corta posible, sin aditivos superfluos. Existe un nombre que define esta corriente: es el movimiento clean label o etiqueta blanca, en el que la industria tiene el reto de reemplazar ingredientes, como colorantes artificiales, por otros naturales, sin repercutir en el sabor del producto.
Referencias
(1), (2) https://archive.org/details/prehistorictexti0000barb_d8p7
(4) https://www.plantasyhongos.es/BH-/11-industria/betalainas.htm
(5) https://incoltec.com/polifenoles-antocianinas-y-enocianinas/
(6) https://www.efsa.europa.eu/es/topics/topic/food-colours
(7) https://globalfashionagenda.org/
(9) https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/?uri=CELEX%3A02008R1333-20231029