Las empresas son personalidades jurídicas y entidades económicas que desarrollan su actividad con el legítimo objetivo de obtener beneficios. En la medida en que tienen inversores, proveedores, clientes y trabajadores; que se relacionan con sus comunidades, reguladores y otros grupos de interés; que desarrollan sus actividades en oficinas, tiendas, fábricas, plantas, almacenes y vehículos y que, al hacerlo, consumen energía y recursos naturales, extraen materias primas, producen productos y generan residuos, son también entes sociales y agentes medioambientales. Ninguna de estas dimensiones puede separarse de las demás. Todas ellas conforman un todo que define a la empresa tal y como la concebimos hoy. Una unidad que está basada, en gran medida, en lo que llamamos sostenibilidad corporativa.
¿Qué es la sostenibilidad corporativa?
Definición
El Dow Jones Sustainability Index (1), uno de los principales índices de sostenibilidad empresarial del mundo, define sostenibilidad corporativa como «un enfoque de negocio que persigue crear valor a largo plazo para los accionistas mediante el aprovechamiento de oportunidades y la gestión eficaz de los riesgos inherentes al desarrollo económico, medioambiental y social» (1). Se trata de un modelo que mide el desempeño empresarial no únicamente en términos económicos, sino que también tiene en cuenta y mide el impacto que las actividades empresariales tienen en su entorno, tanto desde un punto de vista social como ambiental.
La sostenibilidad corporativa está orientada a asegurar que ese impacto multidimensional es positivo o, al menos, a eliminar, disminuir y/o compensar lo más posible aquellos otros impactos negativos que no se puedan evitar, como un determinado nivel de extracción de materias primas, emisiones de CO2 o generación de residuos.
Un aspecto muy importante de la sostenibilidad corporativa es que esta va más allá de realizar acciones aisladas vinculadas a aspectos sociales o ambientales. Su objetivo es integrar de forma orgánica y transversal la sostenibilidad en la estrategia global de la empresa a largo plazo.
Principios clave
El Pacto Mundial ha establecido 10 principios de la sostenibilidad corporativa (2). Estos son:
- Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su ámbito de influencia.
- Las empresas deben asegurarse de que sus políticas no son cómplices en la vulneración de los Derechos Humanos.
- Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.
- Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción.
- Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.
- Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.
- Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medioambiente.
- Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.
- Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medioambiente.
- Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.
Estrategias para lograr sostenibilidad corporativa
Implementación de prácticas responsables
La sostenibilidad es un campo muy amplio que resulta prácticamente imposible abarcar en su totalidad, especialmente cuando una compañía se está iniciando en su adopción. ¿Cómo pueden las empresas integrar la sostenibilidad corporativa en su negocio principal y en su cultura? Estas son algunas de las vías para lograrlo.
- Integrar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la cultura organizacional. La agenda 2030 y sus 17 ODS son, en sí mismos, una guía de sostenibilidad que cualquier empresa puede seguir y aplicar a sus procesos (3). Los ODS están, además, organizados por áreas temáticas, de manera que las organizaciones pueden adoptar aquellas metas que mejor se ajusten a sus características particulares.
- Adoptar los principios de la economía circular. Otro modelo plenamente establecido y que ofrece pautas y principios alineados con la sostenibilidad empresarial es la economía circular. En ese sentido, adoptar el modelo de las 3R (reducir, reciclar y reutilizar) es una buena forma de iniciarse en sus prácticas (4).
- Definir objetivos concretos. La empresa necesita saber en qué punto se encuentra para trazar el mejor itinerario posible hasta la meta de la sostenibilidad corporativa. Realizar auditorías de sostenibilidad y, en base a sus resultados, plantearse objetivos ambiciosos, realistas y medibles, es una buena forma de avanzar en esa senda.
- Certificarse. Otra manera que tienen las empresas de asegurarse de que van por el buen camino y, al mismo tiempo, de obligarse a recorrerlo, es a través de las certificaciones en sostenibilidad. Estándares internacionales como Cradle to Cradle (5), ISO 14001 (6) o la Ecolabel de la UE (7) permiten a las compañías ajustar sus procesos a criterios sostenibles ampliamente aceptados, al tiempo que les ayuda al cumplimiento normativo en la materia.
- Establecer alianzas con socios, proveedores e incluso competidores comprometidos con la sostenibilidad corporativa es una interesante vía para compartir buenas prácticas, generar sinergias y, en general, acelerar el proceso de transformación.
Cultura empresarial sostenible y su importancia
La sostenibilidad corporativa solo tendrá éxito si se integra en la esencia misma de la empresa, si forma parte de su identidad. Y es que la verdadera sostenibilidad no se fuerza, no es puntual, no se imposta de cara a la galería. Es una forma de ser y una manera especial –sostenible– de hacer las cosas.
En ese sentido, formar a los empleados es otra estrategia imprescindible para generar una cultura sostenible. Y no solo a nivel técnico, en metodologías y procedimientos sostenibles, sino también desde el plano de la concienciación. De esta forma, es más fácil que la sostenibilidad acabe permeando de manera transversal a lo largo y ancho de la organización.
Ejemplos de empresas con sostenibilidad corporativa exitosa
La sostenibilidad corporativa no es un fenómeno nuevo y ya lleva bastantes años marcando con éxito el rumbo de numerosas empresas. Algunos casos inspiradores de empresas que están implementando estrategias para llegar a una sostenibilidad corporativa son:
- Alcampo. La empresa de distribución alimentaria se rige por su lema «Comer bien y vivir mejor, cuidando el planeta». Una visión que en 2024 se tradujo en acciones orientadas a la promoción de la buena alimentación, la creación de entornos inclusivos, el ejercicio ético del negocio o una política ambiental basada en la lucha contra el cambio climático, el impulso de la economía circular y la conservación de la biodiversidad (8).
- Campofrío. Campofrío considera la sostenibilidad el eje central de su modelo de negocio y la base de su crecimiento. Los compromisos y prioridades que se ha marcado para 2025 están focalizados en la descarbonización, el mejor uso de los recursos y del agua, el compromiso con la cadena de valor, la promoción de la economía circular y el bienestar de sus grupos de interés (9).
- Danone. En su eslógan «One planet, one health» («Un planeta, una salud»), Danone integra la sostenibilidad en su agenda con el objetivo de tener un impacto positivo en todas sus actuaciones. Sus objetivos prioritarios son: combatir el cambio climático, proteger el ciclo del agua, construir conjuntamente la economía circular de los envases y promover una agricultura regenerativa (10).
Beneficios de la sostenibilidad para tu empresa
Los beneficios de tener una cultura sostenible en la compañía son muy numerosos y diversos, aunque podrían resumirse en:
Impacto económico y social
- Reducción de costes. La reducción de costes operativos derivados de consumos energéticos, compra de materias primas y/o optimización de recursos y de procesos productivos es muy significativa cuando se adoptan sistemas de producción sostenible.
- Cumplimiento normativo. Las actividades de las empresas sostenibles se ajustan mejor a una legislación cada vez más estricta en materias como las emisiones nocivas, la gestión de residuos o los derechos laborales.
- Nuevos mercados y clientes. Ser percibido como una empresa sostenible puede abrir interesantes oportunidades de negocio y ser la puerta de acceso a nuevos mercados y segmentos de clientes.
- Captación de inversión. También es una fuente de atracción de unos inversores cada vez más interesados en alternativas de inversión verdes y/o socialmente responsables.
Mejora de la reputación empresarial
- Mayor confianza del consumidor. Las empresas que acreditan comportamientos sostenibles ganan en confianza del consumidor, logran mayores índices de lealtad a sus marcas y son más resilientes en contextos de incertidumbre o en mercados inestables.
- Atracción y fidelización del talento. Del mismo modo, una marca sostenible es una marca empleadora atractiva, tanto para el talento que ya está en la compañía y que valora unos comportamientos que se alinean con los suyos en materia social y ambiental, como para el talento externo, que tiene en la sostenibilidad un factor de atracción determinante a la hora de escoger un lugar para trabajar.
Referencias
(2) https://www.pactomundial.org/que-puedes-hacer-tu/diez-principios/
(3) https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/development-agenda/
(4) https://www.ellenmacarthurfoundation.org/es/temas/presentacion-economia-circular/vision-general
(5) https://reducereutilizarecicla.org/certificacion-cradle-to-cradle/
(8) https://alcampocorporativo.es/alcampo-publica-su-20o-informe-de-actividad-y-rsc/
(9) https://www.campofrio.es/sostenibilidad
(10) https://www.danoneespana.es/cuidamos-el-planeta/sostenibilidad-para-danone.html