La empresa que reutiliza envases: otra forma de ayudar al planeta
El compromiso con el avance hacia la economía circular es transversal. Son muchos los actores implicados: desde los ciudadanos hasta gobiernos y agentes económicos, y desde el particular que recicla sus envases en los contenedores hasta las empresas que reutilizan envases y que asumen su responsabilidad de recoger y llevar a cabo el reciclaje de envases, así como la empresa que opta por la reutilización de envases y adapta sus productos a formas más sostenibles, sin olvidar aquellas empresas que tienen en cuenta el diseño para el reciclaje. Administraciones y entidades supranacionales han de promocionar y facilitar los avances en el campo de la circularidad en busca de un futuro global más limpio y sostenible.
Una de las últimas incorporaciones a ese universo de circularidad es, en realidad, un viejo conocido de la humanidad: la reutilización de envases. Se trata de una práctica que fue habitual entre ciudadanos de todas las épocas. En la Antigüedad, los consumidores llevaban al mercado sus envases, botellas y bolsas de vidrio, cartón, tela e incluso papel para ser rellenados, por ejemplo, de leche o aceite. Sin embargo, todo cambió en la década de los sesenta del siglo pasado, con la llegada del plástico al mundo del embalaje de consumo. Fue aproximadamente en esa época cuando se comenzaron a distribuir en ferias y eventos las primeras bolsas de plástico. Y lo que comenzó tímidamente como un recurso publicitario para llamar la atención de los asistentes a estos eventos, fue evolucionando hasta cambiar por completo los sistemas fabricación, envasado y consumo de bienes y productos.

Empresas que reutilizan envases: marco legislativo
Para cumplir con la legislación de la Unión Europea, los países miembros se enfrentan al reto de adaptar sus normativas y establecer medidas encaminadas a cumplir con la directiva comunitaria en materia de envases, que fija el año 2025 como límite para que los envases de plástico sean reciclados en un 50%, y el año 2030 para que alcancen un 55%.
Las Directivas comunitarias priorizan la prevención, reutilización, reciclado y valorización de residuos y envases, y en ese marco, el Gobierno español encara una revisión integral de la normativa de envases vigente desde el año 1997. Para ello, en estos momentos está en trámite el Proyecto de Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, que tras la fase de alegaciones y sugerencias se espera que sea aprobado a mediados de 2022.
Las medidas básicas que incluye esta nueva normativa se centran en la prevención, mediante una reducción progresiva de generación de las millones de toneladas de plástico actuales, reduciendo los residuos de envase, y en la reutilización de los propios envases.
Respecto a la prevención, entre otras medidas, el RD establece una reducción del 50% de botellas para bebidas de plástico de un solo uso. También se marca el objetivo de conseguir envases 100% reciclables o reutilizables, el fomento de la venta a granel de productos frescos y la venta de frutas y verduras frescas –de menos de 1,5 kg– sin envases de plástico.
Por lo que se refiere a la reutilización, la norma fija una serie de objetivos de reutilización para envases de bebidas en el canal doméstico y en el canal HORECA (hostelería y restauración), los cuales también serán de aplicación para otros tipos de productos, tanto para envases domésticos como comerciales e industriales.
En concreto, para el canal HORECA, el texto establece unos objetivos de reutilización de envases para cada tipo de producto. En concreto, para aguas envasadas (50% de los envases en 2025 y 60% en 2030), cervezas (80% en 2025 y 90% en 2030), refrescos (70% en 2025 y 80% en 2030), y otros (50% en 2025 y 60% 2030).
En cuanto a los envases de bebidas en el canal doméstico, la proporción de envases reutilizables deberá ser del 5% en 2025, el 10% en 2030 y del 15% en 2035 respecto al total de envases, expresados en unidades de ventas.
La nueva ley faculta a las distintas administraciones públicas, dentro de sus respectivos ámbitos de competencias, para adoptar medidas que favorezcan la reutilización, en especial aquellas destinadas a la normalización y estandarización de envases y a la sustitución de envases de un solo uso por envases reutilizables y reutilizados. Eso sí, también precisa que estas medidas deberán ajustarse en todo momento al marco jurídico de la Unión Europea y garantizar que la reutilización no compromete las funciones esenciales de los envases, la higiene de los alimentos o la salud de los consumidores.
La inminente llegada de envases reutilizables al punto de venta abre numerosos interrogantes, tanto a usuarios como a los profesionales del sector, en aspectos como la higiene o las responsabilidades asociada a su uso. El RD trata de aclarar algunos de ellos. Así, especifica que podrán suministrar envases reutilizables en el punto de venta o bien permitir que el consumidor pueda facilitar los suyos para ser rellenados en el establecimiento, “siempre que estén visiblemente limpios y sean adecuados para la naturaleza del producto adquirido”. También aclara que será el consumidor el “responsable de la higiene y la idoneidad del recipiente”, y que este podrá ser rechazado por el comerciante para el servicio, “si está manifiestamente sucio o no es adecuado”. Para evitar malos entendidos en este particular, el texto también señala que el punto de venta deberá informar al consumidor final sobre cuáles son los criterios para determinar la limpieza y la idoneidad de los envases reutilizables.
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