¿Qué es la huella hídrica? Tipos y cómo se calcula

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Todo lo que necesitas saber sobre la huella hídrica

 

El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 está dedicado al «Agua limpia y saneamiento» (1), lo que ya proporciona una valiosa pista acerca de la importancia del agua para la humanidad. Un recurso vital para el planeta, pero escaso y cuya demanda no deja de crecer debido al progresivo aumento de la población y a un exponencial desarrollo económico. Según Naciones Unidas, en 2022, casi la mitad de la población mundial sufrió escasez de agua al menos durante una parte del año. Y las previsiones no auguran una mejoría significativa a corto plazo de esta situación. Se estima que cada día, alrededor de 1.000 niños menores de 5 años mueren a causa de enfermedades asociadas a la falta de higiene o consumo de agua no potable. En este contexto, resulta esencial que desde todos los estamentos sociales se controle el consumo de agua. Algo que puede ayudar de manera decisiva es la medición de la huella hídrica.

 

¿Qué es la huella hídrica?

 

El Pacto Mundial define Huella Hídrica como «un indicador que mide el volumen de agua utilizada, ya sea directa o indirectamente, para producir bienes y servicios» (2). Por su parte, en su blog corporativo, Iberdrola extiende y matiza esa definición al señalar que este indicador medioambiental «mide el volumen de agua dulce (litros o metros cúbicos) utilizado a lo largo de toda la cadena de producción de un bien de consumo o servicio» (3).

El concepto fue acuñado en el año 2002 por el holandés Arjen Hoekstra (4), por aquel entonces investigador de la UNESCO, y que más tarde fundaría la Water Footprint Network (5), entidad creadora del actual estándar de medición de la huella hídrica. Su objetivo es concienciar acerca del volumen de agua que requieren los procesos de producción y hábitos de vida de las personas para tratar de fomentar un uso más racional y sostenible de esos recursos.

Aunque los conceptos huella hídrica y huella de agua a menudo son utilizados como sinónimos no lo son. Huella hídrica es un concepto asociado al mencionado estándar Water Footprint Network. Por su parte, huella de agua está vinculado a la norma ISO 14046 y se basa en la metodología de Análisis de Ciclo de Vida (ACV). Establece los principios, requisitos y directrices para realizar una correcta evaluación de la huella hídrica de productos, procesos y organizaciones, a partir del análisis de su ciclo de vida (14).

La huella hídrica se puede utilizar para prácticamente todo, y es aplicable a naciones, empresas o individuos. La OMS calcula que una persona necesita alrededor de 100 litros de agua diarios para satisfacer sus necesidades básicas, como hidratarse, cocinar, lavar, limpiar, usar el inodoro o mantener una adecuada higiene personal (6).

Desgraciadamente, lo normal es sobrepasar ampliamente esas estimaciones. Una ducha de diez minutos de duración supone, por ejemplo, una huella hídrica de 200 litros de agua. Estas y otras actividades hacen que cada persona consuma anualmente una media de 1.385 metros cúbicos (7). Parece mucho, pero la verdad es que los ciudadanos únicamente consumen el 10% de los recursos mundiales de agua. Actividades como la agricultura (70%) o la industria (20%) son mucho más intensivas en ese sentido (8). Basta como ejemplo señalar que un solo litro de leche producido implica un consumo medio de 1.000 litros de agua. Más datos: se necesitan 15.000 litros para producir un kilo de carne de res; 6.000 litros para un kilo de carne de cerdo, y 4.300 para una cantidad similar de carne de pollo.

Bajo esas premisas, resulta obvio que reducir la huella hídrica de las actividades humanas y empresariales se ha convertido en uno de los principales objetivos de la sostenibilidad ambiental en el planeta.

 

¿Cómo se calcula la huella hídrica?

 

Water Footprint Network ha diseñado unos estándares para realizar el cálculo de la huella hídrica (9), que varían en función de si ese cálculo se realiza para particulares, empresas o países.

En el caso de las empresas, la «huella hídrica corporativa» o «huella hídrica organizacional» es definida por esta institución como «el volumen total de agua dulce que se usa de forma directa o indirecta para el funcionamiento de la empresa».

Incluye la huella hídrica operacional («directa»), que es el volumen de agua dulce consumido o contaminado por la actividad empresarial; y la huella hídrica de la cadena de suministro («indirecta»), que hace referencia al volumen de agua dulce consumido o contaminado para producir todos los bienes y servicios que forman los productos de entrada de producción de la empresa.

Calcular la huella hídrica empresarial implica tener en cuenta ambas dimensiones. Algunos de los conceptos valorados en ese cálculo son:

 

Huella hídrica operacional

 

Huella hídrica directamente asociada a la elaboración de un producto. Como el agua incorporada a un producto, la consumida o contaminada por un proceso de lavado o la contaminada de forma térmica por un proceso de refrigeración.

 

Huella hídrica de las actividades generales. Aquí entran el consumo o contaminación relacionados con el uso de agua en cocinas, baños, actividades de limpieza, jardinería o lavado de prendas de trabajo.

 

Huella hídrica de la cadena de suministro

 

● Huella hídrica directamente asociada a la elaboración de producto(s) de la empresa. En este apartado se encuadran la huella hídrica de los ingredientes de productos y otros artículos adquiridos por la empresa para la elaboración de sus propios productos.

 

● Huella hídrica de las actividades generales. Es la huella hídrica de infraestructura (como la de materiales de construcción) o la derivada de materiales y energía para uso general (material de oficina, vehículos, combustible, energía, etc.)

 

Tipos de huella hídrica

 

El Pacto Mundial diferencia entre tres tipos de huella hídrica (10):

 

● Huella hídrica verde. Hace referencia al agua de lluvia utilizada en los procesos de producción.

 

● Huella hídrica azul. Es el volumen de agua dulce consumida de las aguas superficiales, como ríos, lagos y embalses, así como de los acuíferos subterráneos.

 

● Huella hídrica gris. Se define como el agua necesaria para diluir la contaminación generada durante la producción.

La vigilancia de la huella hídrica corporativa es absolutamente fundamental para la conservación de los recursos de agua mundiales. En España, los datos que maneja el Pacto Mundial hablan de que únicamente el 20% de las aguas residuales utilizadas en los procesos de producción son devueltas al medioambiente con un tratamiento adecuado, y que solo el 12% de las empresas adoptan mecanismos de control de la contaminación del agua a nivel corporativo (11).

 

¿Cómo reducir tu huella hídrica en el día a día?

 

La huella hídrica es un indicador muy poderoso porque no hace falta ser un país o una gran empresa para beneficiarse de sus valoraciones. Cualquier persona desde su esfera personal puede usarlo como referencia para mejorar sus propios comportamientos sostenibles (Al igual que con la huella ecológica en general). Basta con comparar mes a mes la factura del consumo de agua de nuestro hogar para saber si estamos logrando ser más eficientes en el uso que hacemos de ese valioso recurso natural.

Tomar medidas para mejorar esos comportamientos vinculados al agua está al alcance de todos los ciudadanos. Algunas de las que se pueden adoptar al respecto son:

 

● Instalar dispositivos de ahorro de agua. Por ejemplo, cabezales de ducha de bajo flujo o grifos eficientes.

 

● Ducharse en lugar de bañarse. Esta medida en nuestros hábitos de higiene puede suponer ahorros de hasta 100 litros de agua diarios.

 

● Cambios en la cesta de la compra. Determinados productos, como la carne, consumen más agua en sus procesos de producción que otros como las legumbres, las verduras o los productos locales y de temporada.

 

● Finalmente, en el plano empresarial, adoptar políticas de economía circular, como la gestión adecuada de residuos, la eficiencia energética o el tratamiento y reciclaje del agua para optimizar sus consumos son una vía directa para mejorar esos flujos.

 

La huella hídrica y su impacto en el medio ambiente

 

Entre las consecuencias ambientales de no controlar la huella hídrica, están:

 

● Escasez de agua: La sobreexplotación de los recursos hídricos hace que disminuyan los niveles en ríos, lagos y acuíferos, lo que puede afectar al suministro de agua en determinadas zonas críticas. Naciones Unidas calcula que en 2030 casi 2.000 millones de personas vivirán sin agua potable gestionada de forma segura (12).

 

● Degradación de los ecosistemas. La contaminación del agua por actividades humanas afecta gravemente a la biodiversidad y a la calidad del agua. Según las estimaciones del Parlamento Europeo, en la actualidad se acumulan hasta 150 millones de toneladas de plástico en los océanos del planeta (13).

 

Referencias

 

(1), https://www.pactomundial.org/ods/6-agua-limpia-y-saneamiento/

 

(2), (7), (10), (11), (12) https://www.pactomundial.org/noticia/huella-hidrica-que-es-y-como-reducirla-para-hacer-frente-a-la-crisis-del-agua/ (3) https://www.iberdrola.com/sostenibilidad/que-es-huella-hidrica#:~:text=Para%20producir%20un%20litro%20de,usan%201.000%20litros%20de%20agua.

 

(4) https://ayhoekstra.nl/ (5) https://www.waterfootprint.org/

 

(6) https://www.un.org/es/global-issues/water (8) https://www.bancomundial.org/es/topic/climate-resilient-irrigation

 

(9) https://www.waterfootprint.org/resources/TheWaterFootprintAssessmentManual_Spanish.pdf (13) https://www.europarl.europa.eu/topics/es/article/20181005STO15110/plasticos-en-el-oceano-datos-efectos-y-nuevas-normas-europeas-infografia (14) https://www.esagua.es/huella-hidrica-y-huella-de-agua-entendiendo-las-dos-metodologias/