Desperdicio alimentario cero: clave para un futuro sostenible

Tabla de contenidos

Aproximadamente el 30% de los alimentos que se producen en el mundo nunca llegan a consumirse. Se pierden en algún punto de la cadena de suministro, en ocasiones, en los propios hogares de los consumidores. En un mundo en el que, según cifras de Naciones Unidas, aproximadamente el 9,2% de la población mundial (735 millones de personas) (1) pasa hambre en la actualidad y en el que las previsiones hablan de una superpoblación cercana a los 9.800 millones de personas en 2050, el desperdicio de alimentos es, por muchos motivos, simplemente inaceptable. Luchar contra esta lacra exige colaboración público-privada, conciencia social, solidaridad, sostenibilidad y políticas activas y eficaces. Una de esas políticas es el desperdicio alimentario cero.

 

¿Qué es el desperdicio alimentario cero y por qué es clave para las empresas?

 

En su Capítulo 1, artículo 3 (Definiciones), la Ley 1/2025, de 1 de abril, de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario define «desperdicio alimentario» como «la parte de los alimentos destinada a ser ingerida por el ser humano y que termina desechada como residuo» (2).

 

Según datos del Ministerio de Agricultura, en 2023 en España se desperdiciaron 1.214,76 millones de kilos/litros de alimentos dentro y fuera de casa, lo que supone un 1,1% más que en el año anterior. De esa cantidad, 1.183,42 millones de kg/l se desperdiciaron dentro de los hogares (3).

 

El desperdicio alimentario cero consistiría en reducir esta pérdida a su mínima expresión. En su preámbulo, la Ley 1/2025 indica que «las pérdidas y el desperdicio de alimentos son señal de un funcionamiento ineficiente de los sistemas alimentarios y de una falta de concienciación social». Un doble problema que es necesario atajar mediante la adopción de un enfoque holístico y medidas tanto legislativas como de concienciación social y empresarial.

 

Las empresas son responsables de adoptar muchas de estas medidas. Con ello pueden contribuir a una gestión más sostenible, circular, socialmente responsable y equitativa de los recursos (finitos) alimentarios del planeta, evitar problemas de desabastecimiento y contribuir al cuidado del medio ambiente y de los recursos naturales.

 

Legislación sobre desperdicio alimentario

 

Un elemento clave a la hora hablar de desperdicio alimentario es la jerarquía de prioridades de los agentes de la cadena alimentaria. Esta viene especificada en el artículo 5 de la Ley 1/2025 (9), de la siguiente manera:

 

1. Los agentes de la cadena alimentaria aplicarán cuantas medidas sean posibles y tendrán como primera obligación prevenir las pérdidas y desperdicio alimentario, incorporando criterios de producción, compra y gestión racionales y basados en las necesidades concretas que impidan la generación de excedentes.

 

Asimismo, deben adaptar sus actuaciones a la siguiente jerarquía de prioridades, conforme a lo establecido en el artículo 19 de la Ley 7/2022, de 8 de abril, para los residuos alimentarios:

 

a) En primer lugar, se atenderá a la prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, incorporando la transformación de los productos agrarios o alimentos que no se han vendido, pero que siguen siendo aptos para el consumo humano, en otros productos alternativos para consumo humano.

 

b) Para aquellos excedentes cuya generación no se haya logrado prevenir se seguirá el siguiente orden de prioridad:

 

1º. Se procederá a la donación de alimentos y otros tipos de redistribución para consumo humano.

 

2º. En su defecto, los alimentos se dedicarán a la alimentación animal y a la fabricación de piensos dentro del correspondiente marco regulatorio y en particular la Orden Ministerial APM 189/2018, de 20 de febrero, por la que se determina cuando los residuos de producción procedentes de la industria agroalimentaria destinados a alimentación animal, son subproductos con arreglo a la Ley 7/2022, de 8 de abril.

 

3º. En defecto de todas las anteriores, se emplearán como subproductos en otra industria.

 

c) Y en última instancia, ya como residuos, al reciclado y, en particular, a la obtención de compost y digerido de máxima calidad para su uso en los suelos con el objetivo de producir un beneficio a los mismos, y, cuando no sea posible lo anterior, para la valorización energética mediante la obtención de biogás o de combustibles. En este caso, será de aplicación lo dispuesto en el artículo 8.1 de la Ley 7/2022, de 8 de abril.

 

En su capítulo II, artículo 6, la Ley 1/2025 también establece una serie de obligaciones para los agentes de la cadena alimentaria (10). Estas son:

 

1. Todos los agentes de la cadena alimentaria tienen la obligación de aplicar a las pérdidas y el desperdicio alimentario la jerarquía de prioridades (…), en cualquiera de los eslabones de la cadena alimentaria en la que se generen bajo su control y adoptar medidas adecuadas para su aplicación.

 

2. Todos los agentes de la cadena alimentaria tienen la obligación de aplicar las medidas previstas en el artículo 19 de la Ley 7/2022, de 8 de abril, para la reducción de los residuos alimentarios, en especial las disposiciones relativas a la donación de alimentos.

 

3. Ninguna estipulación contractual podrá impedir expresamente la donación de alimentos, siendo nula de pleno derecho.

 

Además, todos los agentes de la cadena alimentaria tienen las siguientes obligaciones (11):

 

a) Disponer de un plan de aplicación para la prevención de las pérdidas y desperdicio alimentario que contemple la forma en que aplicará la jerarquía de prioridades establecida en el artículo 5. (…).

 

b) Promover acuerdos o convenios para donar sus excedentes de alimentos a entidades de iniciativa social y otras organizaciones sin ánimo de lucro o bancos de alimentos, excepto en los casos en que resulte inviable y quede debidamente justificado (…).

 

c) Quedan exceptuadas de las obligaciones del presente apartado cuatro las actividades de transformación, comercio minorista, distribución alimentaria, hostelería o restauración desarrolladas en establecimientos iguales o inferiores a 1.300 m2 en el caso de empresas que no dispongan de venta al público, o con una superficie útil de exposición y venta al público inferior o igual a 1.300 m2 en el caso de empresas de venta al público (…).

 

5. Todos los agentes de la cadena alimentaria tienen la obligación de evitar actuaciones orientadas a dejar los alimentos en condiciones no aptas para su consumo o valorización.

 

6. Las microempresas quedan excluidas de las obligaciones a las que se refieren los apartados anteriores del presente artículo.

 

7. Pequeñas explotaciones agrarias, definidas de acuerdo a la Recomendación de la Comisión de 6 de mayo de 2023 sobre la definición de microempresas, pequeñas y medianas empresas (2003/361/CE), quedan excluidas de las obligaciones de esta ley.

 

Finalmente, el Capítulo III, artículo 12 de la norma incluye un listado de buenas prácticas a desempeñar por las empresas que venden alimentos al consumidor final (13). Estas son:

 

1. Las empresas deben velar por mejorar la información sobre la seguridad del consumo de productos con imperfecciones o imperfectos, fomentar las líneas de venta de estos productos, así como de los alimentos de producción más sostenible, siempre cumpliendo lo establecido en las normas de comercialización vigentes en la Unión Europea.

 

2. Las administraciones públicas junto con las empresas que venden alimentos al consumidor final podrán aplicar las siguientes medidas voluntarias:

 

a) Disponer de infraestructuras adecuadas para que los procesos de manipulación, almacenamiento y transporte se lleven a cabo en las condiciones óptimas, que minimicen las pérdidas y el desperdicio alimentario.

 

b) Trabajar en el desarrollo de protocolos específicos para reducir a mínimos las pérdidas y el desperdicio alimentario a lo largo de la cadena de transporte y almacenamiento.

 

c) Incentivar la venta de productos con la fecha de consumo preferente o de caducidad próxima, de acuerdo con la jerarquía de prioridades.

 

d) En el caso de los establecimientos de comercio al por menor, disponer de líneas de venta con productos «feos», «imperfectos» o «poco estéticos» siempre cumpliendo lo establecido en las normas de comercialización vigentes en la Unión Europea, promover el consumo de los productos de temporada, los de proximidad, los ecológicos y los ambientalmente sostenibles e incorporar y mejorar la información sobre el aprovechamiento de los alimentos.

 

e) En el caso de los establecimientos de comercio al por menor, exponer en lugar visible para las personas consumidoras información sobre la seguridad y beneficios del consumo de productos con imperfecciones o imperfectos.

 

f) Formar y sensibilizar a las personas, ya sean sujetas a una relación laboral o de voluntariado, para que actúen de forma activa en la prevención y reducción de las pérdidas y el desperdicio alimentario e implicarles en esta acción.

 

g) Exponer en lugar visible para las personas consumidoras propuestas de divulgación de las Administraciones competentes relativas a una mejor planificación de los menús, de sus compras, compra sostenible (tales como alimentos frescos, de temporada, locales o ecológicos), cocina de reaprovechamiento, buenas prácticas de almacenamiento, correcta interpretación de las fechas de caducidad y de consumo preferente, y reciclaje y materiales de envasado para sensibilizar al consumidor sobre estas cuestiones.

 

h) Fomentar campañas informativas y de sensibilización para prevenir las pérdidas y el desperdicio alimentarios y dar a conocer el impacto en la sostenibilidad económica, social y ambiental que comportan, y concienciar sobre la necesidad de favorecer un consumo responsable.

 

i) Fomentar buenas prácticas comerciales para prevenir las pérdidas y el derroche alimentarios.

 

j) Promover o colaborar con proyectos cívicos, comunitarios, de participación ciudadana y de voluntariado que tengan la finalidad de sensibilizar y promocionar las prácticas para prevenir las pérdidas y el derroche alimentarios, preferentemente los proyectos de inserción sociolaboral o de atención de colectivos vulnerables.

 

Estrategias y soluciones técnicas para implementar desperdicio alimentario cero
 

En su guía “Prevención y reducción del desperdicio de alimentos y bebida”, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) propone un itinerario para ayudar a empresas, organizaciones y gobiernos a reducir el desperdicio alimentario. La guía se enmarca dentro de la iniciativa Think-Eat-Save de Naciones Unidas (4) y se compone de 4 módulos:

 

  • Módulo 1 – Mapeo y medición del desperdicio de alimentos y bebidas.

 

    • Medición: Incluye orientaciones sobre cómo cuantificar lo que se sabe acerca de la cantidad de desperdicio de alimentos y bebidas que se genera, dónde se produce (en la cadena de suministro o en el hogar) y cuáles son sus impactos.
    • Mapeo: Abarca información sobre cómo comprender mejor las oportunidades, las barreras y los posibles socios que pueden ayudar a reducir el desperdicio alimentario.

 

Cuando se combinan las partes de mapeo y medición, se obtiene una base sólida para desarrollar estrategias y programas.

 

  • Módulo 2 – Opciones para desarrollar políticas y medidas nacionales o regionales para la prevención y reducción del desperdicio de alimentos y bebidas. Este módulo ofrece una visión general de los distintos mecanismos disponibles que pueden influir en el desperdicio alimentario

 

  • Módulo 3 – Desarrollo e implementación de programas para prevenir y reducir el desperdicio de alimentos y bebidas en los hogares. Este enfoque cubre campañas de sensibilización y participación de hogares y consumidores destinadas a incrementar la concienciación sobre el desperdicio de alimentos y los beneficios de su reducción, fomentar comportamientos que lo prevengan y dotar a los consumidores de la información, herramientas y habilidades necesarias para lograrlo. También prevé cambios en los productos, envases y etiquetado de cara a facilitar que los hogares y consumidores compren la cantidad adecuada de alimentos y utilicen lo que adquieren.

 

  • Módulo 4 – Prevención y reducción del desperdicio de alimentos en la cadena de suministro del sector de alimentos y bebidas, que a su vez se compone de dos módulos:

 

    • Empresas individuales. En la que se proporciona orientación sobre los pasos que pueden adoptar para reducir el desperdicio de alimentos en sus propias operaciones y cadenas de suministro. Esta parte se organiza en tres etapas, seguidas de una metodología de mejora contínua llamada W.A.S.T.E.

 

Estos pasos son:

 

      • Estrategia corporativa, línea base y objetivos-pasar a la acción, con orientación, herramientas y ejemplos.
      • Pasar a la acción – orientación con herramientas y ejemplos.
      • Medición e informes sobre los avances hacia los objetivos.

 

    • Programas de acción colectiva. El impacto de las acciones individuales puede amplificarse desarrollando e implementando programas en los que las empresas se comprometen a trabajar con objetivos comunes. Y es que muchas de las causas del desperdicio en la cadena de suministro están influidas por factores sectoriales o por otras organizaciones dentro de la cadena. el impacto de las acciones individuales puede amplificarse desarrollando e implementando programas en los que las empresas se comprometen a trabajar con objetivos comunes.

 

La guía proporciona orientación en cinco pasos para desarrollar este tipo de programas colectivos:

 

  • Planificar y desarrollar una estrategia para un programa voluntario de acción colectiva.

 

  • Establecer una línea base y fijar un objetivo.

 

  • Elaborar orientaciones basadas en evidencias.

 

  • Actuar para prevenir el desperdicio de alimentos.

 

  • Medir, supervisar e informar sobre los progresos.

 

Ejemplos de empresas que han implementado prácticas de desperdicio alimentario cero

 

  • Carrefour fue la primera empresa de distribución en España en obtener la certificación Desperdicio Alimentario Cero de AENOR (6). Su proyecto #DesperdicioAlimentarioZero incluye medidas preventivas, con un mejor ajuste de la oferta a la demanda, así como la donación de excedentes a bancos de alimentos y la transformación de alimentos para obtener tomate triturado, mermeladas, zumo de naranja o pan tostado.

 

  • Su estrategia de desperdicio alimentario cero comienza con la prevención para evitar sobrestock y reducir pérdidas. Para ello, ha incorporado tecnología avanzada como Smartway, basada en inteligencia artificial, que identifica los productos con fechas de caducidad próximas. También ha implementado iniciativas como los packs sorpresa, que preparan con alimentos próximos al final de su vida útil y son ofrecidos a través de la app Too Good To Go (7).

 

  • La empresa de alimentación tiene diversas líneas de productos basadas en el desprecio cero. Es el caso de su cerveza artesanal Sr. Mendrugo, hecha a partir del pan que ya no se puede vender, y cuyo eslogan promocional no puede ser más explícito: «No tenemos desperdicio». O de Mkare, la marca que ha logrado extraer de la membrana de la cáscara que cubre el huevo, un ingrediente funcional que contiene una fuente de compuestos bioactivos muy beneficiosos para articulaciones, pelo, huesos, piel y uñas (8).

 

Beneficios de adoptar un modelo de desperdicio alimentario cero en la industria

 

Las empresas que adoptan un modelo de desperdicio alimentario cero se benefician de numerosas ventajas. Entre ellas:

 

  • Cumplimiento normativo. Normas como la ya referida Ley 1/2025, de 1 de abril, de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario buscan atajar este problema de raíz. En su redacción, la ley impone una serie de obligaciones a las empresas que estas deben cumplir para evitar multas y sanciones.

 

  • Ahorro de costes. Mejorar los procesos de la cadena de suministro para reducir el desperdicio permite ahorros significativos a las empresas en forma de producto aprovechable que no acaba convertido en residuo antes de tiempo.

 

  • Optimización operativa. La propia operativa de residuo alimentario cero optimiza los procesos, mejorando la trazabilidad de los alimentos y otorgando mayor control a las empresas sobre su producción.

 

  • Mejora de la reputación. Los consumidores valoran cada vez más los comportamientos sostenibles de las empresas y eligen comprar aquellos productos que respondan a criterios de sostenibilidad. Los de residuo alimentario cero forman parte de esos criterios.

 

Desafíos al implementar desperdicio alimentario cero y cómo superarlos

 

Avanzar hacia el desperdicio alimentario cero implica superar una serie de retos. Entre ellos:

 

  • Cambio cultural. Son los más lentos de implementar, pero los más efectivos. Costumbres como desechar los alimentos porque no lucen tan bonitos como los completamente frescos, o tirar las sobras a la basura en lugar de practicar la cocina de aprovechamiento (9) deben ir quedando atrás. En ese sentido, es importante comenzar a pensar en los restos de alimentos como un recurso y no como un residuo.

 

  • Mayor sensibilización. Para que estos hábitos sean superados, es muy importante insistir en las campañas de sensibilización; hacer ver a la ciudadanía que el hambre es un problema real en el mundo y cómo con pequeños gestos puede contribuir a vencerla.

 

  • Mayor cooperación. Ninguna política de desperdicio alimentario cero será efectiva sin la colaboración activa entre los distintos agentes que intervienen en la compleja cadena de valor de este importante sector. Administraciones, empresas, tercer sector y consumidores deben trabajar de forma coordinada para asegurarse que ningún alimento se desperdicie.

 

 

 

 

Referencias
 

(1) https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/hunger/

(2), (5), (9), (10), (11), (12) y (13) https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2025-6597

(3) https://www.mapa.gob.es/dam/mapa/contenido/alimentacion/temas/consumo-y-tendencias-en-alimentacion/panel-de-consumo-alimentario/ultimos-datos/consumo-2023/informe_2023_alta.pdf

(4) https://www.fao.org/fileadmin/user_upload/save-food/PDF/Guidance-content.pdf?utm_source=chatgpt.com

(6) https://www.aenor.com/certificacion/empresas/alimentacion/desperdicio-alimentario-cero

(7) https://www.ceoe.es/es/ceoe-news/sostenibilidad/desperdicio-cero

(8) https://www.calidadpascual.com/blog/desperdicio-cero-viva-el-aprovechamiento/

(9) https://tyrius.org/desperdicio-alimentario-cero/