Cómo empezar a utilizar productos biodegradables en tu empresa
Empresas de todos los sectores en todo el mundo se encuentran inmersas en la conquista de la sostenibilidad y la circularidad para sus productos y servicios. En esa permanente búsqueda de las mejores soluciones para el medio ambiente, todas las alternativas merecen ser consideradas y exploradas. Una de esas vías de innovación que están siendo testadas de diferentes maneras en los procesos productivos es la incorporación de materiales biodegradables.
¿Por qué usar materiales biodegradables en tu empresa?
Se entiende por material biodegradable aquel que puede descomponerse en los elementos químicos que lo conforman, por la acción de agentes biológicos y condiciones ambientales. Sobre el papel, esta capacidad de descomposición los hace idóneos en términos de sostenibilidad, ya que implica la idea de un residuo cero al final de su vida útil. Sin embargo, la realidad es que la supuesta biodegradabilidad de estos materiales es, en un alto porcentaje de los casos, técnicamente muy compleja, lenta y cara. Además, cuando no es posible abordar la descomposición de estos materiales, también su reciclaje presenta dificultades. Todo ello abre numerosos interrogantes en términos de sostenibilidad acerca de sus aplicaciones en la industria.
En su apartado dedicado a definiciones, la Ley 7/2022, de 8 de abril, de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, se refiere al concepto de «biorresiduo» como aquel «residuo biodegradable vegetal de hogares, jardines, parques y del sector servicios, así como residuos alimentarios y de cocina procedentes de hogares, oficinas, restaurantes, mayoristas, comedores, servicios de restauración colectiva y establecimientos de consumo al por menor, entre otros, y residuos comparables procedentes de plantas de transformación de alimentos» (1).
El mismo apartado define «plástico biodegradable» como «un plástico capaz de sufrir descomposición física o biológica, de modo que, en último término, se descompone en dióxido de carbono (CO2), biomasa y agua, y que, conforme a las normas europeas en materia de envases, es valorizable mediante compostaje y digestión anaerobia» (2).
Finalmente, se habla de «compost» como un «material orgánico higienizado y estabilizado obtenido a partir del tratamiento controlado biológico aerobio y termófilo de residuos biodegradables recogidos separadamente» (3).
Entre los beneficios que ofrecen este tipo de soluciones, figuran:
Beneficios para el medio ambiente
Una de las principales características de los materiales biodegradables es que no dejan residuos, lo que, en teoría, contribuye a reducir la contaminación de suelo, agua y agua. Sin embargo, para que se produzca ese efecto inocuo para el medio ambiente es importante que dichos residuos sean depositados en los lugares adecuados y reciban el tratamiento correcto.
Cumplimiento de normativas ambientales
Los materiales y residuos biodegradables tienen su espacio en las diferentes normativas de materia ambiental, aunque no de manera exhaustiva ni muy explícita.
Al margen de en las definiciones, una de las pocas referencias que se hace de ellos en la Ley 7/2022 se encuentra en el ANEXO VI, Ejemplos de medidas de prevención de residuos, en el que podemos encontrar, como medida número 23, la siguiente: «Fomento de la utilización de envases y embalajes fabricados con materias primas renovables, reciclables y biodegradables, como el papel, el cartón ondulado, el cartón compacto o la madera, procedentes de residuos» (4).
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