Dice el biólogo alemán Frederic Vester que la naturaleza es la única empresa que nunca ha quebrado en 4.000 millones de años; de hecho, es el mejor exponente de eficiencia operativa y optimización de procesos y recursos que existe. Si fuera una industria, no habría quién la superara en términos de circularidad o sostenibilidad. Los circuitos biológicos que rigen la vida de animales y plantas se retroalimentan, no producen residuos y están cíclicamente conectados de manera infinita, de tal forma que una generación garantiza la viabilidad de la siguiente. Con semejantes credenciales, ¿no sería extraordinario que pudieran repetirse esos mismos patrones en las actividades económicas humanas y, en concreto, en la industria? Ese es precisamente el propósito de la metodología llamada Cradle to cradle.
¿Qué es ‘Cradle to cradle’?
Cradle to cradle («de la cuna a la cuna») es un enfoque biomimético de diseño orientado a la reutilización de materiales y la creación de productos sostenibles. El concepto fue desarrollado en 2002 por los arquitectos William McDonough y Michael Braungart en el libro De la cuna a la cuna. Rediseñando la forma en que hacemos las cosas (1), que más tarde convertirían en una certificación.
El diseño Cradle to cradle (C2C) promueve el concepto de empresa con circuito cerrado o de modelo circular. La idea de partida es que todo material empleado en la industria para la fabricación de productos o componentes debería poder ser reutilizado infinitas veces en un círculo perpetuo mediante el cual el residuo de un ciclo productivo sirve para alimentar el siguiente, ya sea porque retorna a la naturaleza en forma de sustancia no tóxica, ya porque regresa a la industria como nueva materia prima o «nutriente técnico» reutilizable. Siguiendo esta lógica interna, el concepto de residuo desaparece o pierde, al menos, toda connotación negativa. Los creadores del modelo llamaron a este proceso «basura=alimento» (2). Un concepto clave asociado a esta metodología es el de «ecoefectividad» (3), según la cual un producto no pierde propiedades con el tiempo ya que en cada etapa de su ciclo de vida genera valor.
Los principios fundamentales de Cradle to cradle
Cradle to cradle clasifica los materiales que se usan en los procesos industriales en dos categorías (4):
- Nutrientes técnicos. Son materiales sintéticos no tóxicos e inocuos para el entorno natural. Se pueden utilizar en ciclos continuos de producción sin perder ni un ápice de calidad ni propiedades.
- Nutrientes biológicos. Son materiales orgánicos que, una vez utilizados, se descomponen en la naturaleza sin afectar al entorno.
Además de un modelo de fabricación, Cradle to cradle es un estándar global para evaluar la circularidad de materiales y productos. Está gestionado por Cradle to Cradle Products Innovation Institute (5). Con esta certificación se analiza el ciclo de vida de los productos para garantizar que estos son circulares, social y ambientalmente responsables y que han sido concebidos bajo parámetros de ecodiseño.
La certificación clasifica los productos en cinco niveles: Básico, Bronce, Plata, Oro y Platino. En cuanto a los atributos que evalúa, estos son (6):
- Salud de los materiales. Se trata de garantizar que los materiales utilizados para la fabricación de un producto son seguros para la salud humana y el medio ambiente y no contienen sustancias tóxicas.
- Circularidad. Se mide el grado de circularidad de los productos en diferentes niveles, teniendo en cuenta el origen de sus materiales, el diseño o sus vías de recuperación y reciclaje futuras.
- Aire limpio y protección del clima. Este parámetro analiza los procesos de fabricación de los productos para asegurarse de que no perjudican la calidad del aire o que utilizan energías limpias. Los niveles más altos de certificación exigen al menos un 40% de energía renovable para todas las piezas y procesos del producto.
- Protección del agua y del suelo. Su objetivo es preservar o mejorar la calidad del agua y del suelo durante todo el ciclo de vida del producto.
- Justicia social. Este parámetro vigila que la empresa fabricante tiene unas prácticas laborales justas, equitativas y respetuosas con los derechos humanos.
¿Cómo se aplica Cradle to Cradle en el diseño sostenible?
La metodología C2C propone una nueva forma de diseñar o, mejor dicho, de ecodiseñar, en la que todo el ciclo de vida del producto es concebido previamente a su fabricación para que responda a parámetros circulares. Este planteamiento supone no tener únicamente en cuenta la función del producto a lo largo de su ciclo de vida, sino también en el momento de su disposición final.
Según los principios de Cradle to cradle, el objetivo del ecodiseño no debería ser fabricar el producto «menos malo» posible para el medioambiente, sino llegar a generar un impacto positivo desde el diseño. Para ello, a diferencia del enfoque ecologista, el C2C no promulga disminuir el consumo, sino que busca impulsar un nuevo concepto de industria de aprovechamiento.
Beneficios de Cradle to cradle para la sostenibilidad
- La vida útil de los productos se alarga todo lo posible, siguiendo lo que venido a llamarse «economía de rosquilla» o «donut» (7). Esta doctrina, desarrollada por la economista inglesa Kate Raworth, propone un modelo económico que equilibra las necesidades humanas básicas (el anillo interior del donut) con los límites ecológicos del planeta (el anillo exterior). Entre ambos se encuentra un espacio seguro y justo para la humanidad. El objetivo es lograr desarrollo social sin sobrepasar los recursos de la Tierra.
- Menores costes a largo plazo. Mayor aprovechamiento de materiales y retroalimentación de los ciclos productivos suponen ahorro de costes de materias primas vírgenes y mejoras operativas.
- Cumplimiento normativo. Con una regulación cada vez más exigente en materia medioambiental y de gestión de residuos, el C2C ayuda a ajustar los procesos productivos a la legislación y evitar multas y sanciones derivadas de posibles incumplimientos.
- Impulso a la innovación. El enfoque de la cuna a la cuna fuerza a las empresas a realizar permanentes esfuerzos en innovación para optimizar esos procesos productivos. Unos esfuerzos que acaban permeando en la cultura organizativa y de los que se benefician los nuevos productos y la competitividad empresarial.
Desafíos de implementar Cradle to cradle en el diseño
A pesar de sus ventajas, el enfoque de la cuna a la cuna presenta no pocos obstáculos que dificultan su implantación.
- Costes. Los costes iniciales de aplicar un sistema C2C pueden ser elevados, aunque es una inversión recuperable a largo plazo.
- Viabilidad. Seguir la trazabilidad de los materiales desde su origen es una tarea muy compleja, especialmente cuando intervienen en ella múltiples actores de la cadena de suministro.
- Mentalidad. Implica un profundo cambio cultural a todos los niveles en la organización, algo que no resulta sencillo si no se cuenta con el adecuado respaldo desde la cúpula dirigente.
- Complejidad técnica. Existen materiales que no encajan en ninguno de los dos ciclos, ciclo biológico y ciclo técnico, en los que se clasifican los materiales de C2C.
El futuro de Cradle to cradle en la sostenibilidad global
Cradle to cradle supone un paso más en la producción sostenible y su aplicación estricta supondría no ya incorporar procesos de C2C a los procesos productivos, sino crear industrias sostenibles desde el origen. Es decir, que el ecodiseño comenzara desde la misma concepción de fábrica.
Según esta visión, el futuro de esta metodología pasaría por una industria posindustrial en la que absolutamente todo, desde la energía hasta la gestión de residuos, estuviera concebido para fabricar productos de un modo saludable para las personas y para el planeta. Industrias no contaminantes y sin desechos en las que todo pudiera reutilizarse en ciclos infinitos e interconectados. Como la misma naturaleza.
Referencias
(1) https://es.wikipedia.org/wiki/De_la_cuna_a_la_cuna
(2) https://c2ccertified.org/the-standard
(3) https://www.construcia.com/noticias/ecoefectividad-construccion-sin-residuos/
(4) https://es.wikipedia.org/wiki/Dise%C3%B1o_de_cuna_a_cuna
(6) https://www.impulsa-empresa.es/certificacion-cradle-to-cradle/
(7) https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/que-es-la-economia-del-donut-o-de-la-rosquilla/