Reglamento REACH: protección ambiental y salud en la Unión Europea

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La protección frente a posibles vertidos y escapes químicos nocivos ha sido y es una constante preocupación en las sociedades postindustriales. Pocas cosas hay mas pavorosas que la posibilidad de que un accidente o una negligencia humana provoquen que una sustancia peligrosa contamine el aire, el agua o el suelo; comprometiendo la salud y hasta la supervivencia de peces, aves, cultivos y personas. En la memoria colectiva todavía se mantienen demasiado frescos desastres como el del escape químico de Bhopal (India) de 1984, una letal nube venenosa que acabó con la vida de 20.000 personas y miles de animales, o el caso de la Pacific Gas and Electric Company (PG&E), inmortalizado por la película, protagonizada por Julia Roberts, Erin Brockovich.

Para evitar que estas catástrofes se repitan, las legislaciones mundiales han extremado las exigencias de seguridad a las empresas que trabajan con productos químicos. Una de las normas que busca salvaguardar la salud humana y el medio ambiente frente a los riesgos asociados con sustancias químicas es el Reglamento REACH. Además de una herramienta de protección, este reglamento sirve también de acicate para la competitividad de la industria química en el seno de la Unión Europea

 

Qué es el Reglamento REACH

 

El Reglamento (CE) nº 1907/2006 o Reglamento REACH (Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de Sustancias Químicas) es una legislación que entró en vigor el 1 de junio de 2007 para toda la Unión Europea. Su objetivo es “mejorar la protección para la salud humana y el medio ambiente frente al riesgo que puede conllevar la fabricación, comercialización y uso de las sustancias y mezclas químicas”. REACH es de aplicación para todas las sustancias químicas presentes en la vida cotidiana “ya sea como tales, en forma de mezclas o contenidas en artículos, siendo, por tanto, de aplicación en sectores económicos de índole diversa”. En la práctica esto quiere decir que productos de limpieza, pinturas, prendas de vestir, mobiliario, productos de plástico o electrodomésticos, entre otros muchos productos, también quedan bajo su paraguas, lo que convierte al Reglamento REACH en una de las legislaciones con un mayor ámbito de aplicación en Europa.

 

A quién se aplica el reglamento REACH

 

El Reglamento REACH se aplica a:

 

  • Fabricantes de sustancias y productos químicos destinados a la venta o a otras empresas.

 

  • Importadores de sustancias y mezclas químicas o de productos procedentes de fuera de la UE.

 

  • Distribuidores que almacenan y comercializan sustancias o mezclas químicas.

 

  • Usuarios intermedios que utilizan sustancias o mezclas químicas en una actividad empresarial o profesional.

 

Conviene aclarar que la observancia del Reglamento REACH obliga a determinar y gestionar los riesgos relacionados con las sustancias que se fabrican o comercializan en la UE y el Espacio Económico Europeo (EEE). Sin embargo, las empresas establecidas fuera de la UE no están obligadas a cumplir con REACH, incluso si exportan productos a la Unión Europea

 

Obligaciones de las empresas bajo el Reglamento REACH

 

El Reglamento REACH es un instrumento que garantiza que las sustancias químicas utilizadas en la Unión Europea son seguras tanto para las personas como para el entorno natural. Además, fomenta la responsabilidad de la industria química en la gestión de riesgos y la búsqueda constante de alternativas más seguras y sostenibles.

Una característica clave de REACH es que coloca la carga de la prueba en las empresas. Es decir, son estas quienes deben identificar y gestionar los riesgos asociados con las sustancias que producen o comercializan. El Reglamento REACH obliga a las empresas a demostrar ante la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) que dichas sustancias se pueden utilizar de manera segura y a explicar cómo. Además, la norma también les exige comunicar a los usuarios las medidas de gestión de riesgos correspondientes.

En el caso de que los riesgos asociados con una sustancia no puedan ser adecuadamente gestionados, las autoridades pueden tomar medidas restrictivas para limitar su uso. A largo plazo, se buscará reemplazar las sustancias más peligrosas con alternativas más seguras y sostenibles.

 

Funcionamiento del Reglamento REACH

 

El Reglamento REACH introduce normas estrictas de comercialización para sustancias, mezclas y sustancias presentes en productos. Esto garantiza que la industria asuma la responsabilidad de gestionar los riesgos asociados con estas sustancias y proporcione información de seguridad adecuada a lo largo de la cadena de suministro.

El Reglamento REACH se basa en cuatro pilares clave: registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias y preparados químicos.

 

  • Registro. Las empresas que planean fabricar o importar una sustancia en cantidades iguales o superiores a una tonelada por año deben registrarla en la base de datos REACH.

 

  • Evaluación. La ECHA examina la información de los registros y las propuestas de ensayo para evitar pruebas innecesarias, especialmente aquellas que implican a animales. Adicionalmente, las autoridades nacionales también pueden realizar sus propias evaluaciones.

 

  • Autorización. Algunas sustancias que generan preocupaciones particulares requieren autorización para su uso. Esto garantiza que los riesgos se controlen adecuadamente y que se busquen alternativas más seguras cuando sea posible.

 

  • Restricción. REACH tiene la capacidad de limitar o prohibir la producción, comercialización o uso de sustancias que representen un riesgo inaceptable para la salud o el medio ambiente.

 

Costes derivados el Reglamento REACH

 

REACH implica el pago de tasas y derechos, cuyos importes y plazos dependen del tipo de presentación y tamaño de la empresa. Las pequeñas y medianas empresas, por ejemplo, disfrutan de tasas reducidas.

Además de estas tasas, las compañías deben tener en cuenta otros posibles costes, como los derivados del intercambio de datos, las evaluaciones de seguridad química o la investigación de sustitutos para ciertas sustancias.

Para determinar sus funciones y obligaciones específicas bajo el Reglamento REACH, y obtener información sobre posibles exenciones, las empresas pueden utilizar el Navegador ECHA. Además, las pequeñas empresas pueden acceder a la sección de apoyo a las pymes en la ECHA para obtener información adicional sobre cómo cumplir con los requisitos de REACH de manera efectiva.

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