En los últimos años las cuestiones ambientales, sociales y éticas han ascendido hasta las primeras posiciones en las agendas empresariales, empujadas por una creciente concienciación acerca de estos asuntos por parte de la opinión pública y una legislación cada vez más alineada con la economía circular, con normas como el Pacto Verde Europeo, la Ley Europea del Clima o la española Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética.
En un mundo en el que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) han trascendido el mero papel de recomendaciones para convertirse en la hoja de ruta a seguir para todo tipo de empresas e instituciones, estas no solo tienen la obligación de comportarse de tal manera que sus actuaciones generen impactos positivos en su entorno, sino que deben demostrarlo de forma fehaciente. El instrumento que les permite lograrlo son los informes de sostenibilidad.
Qué son los informes de sostenibilidad
Los informes de sostenibilidad son documentos estandarizados en los que las compañías declaran cómo ha sido su desempeño durante el ejercicio en términos de sostenibilidad. Para ello, estos documentos tienen en cuenta las distintas dimensiones de los llamados criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). El objetivo de dichos informes es comunicar de manera precisa, actualizada y, sobre todo, transparente a los distintos grupos de interés de la compañía los impactos de sus actuaciones en cada una de esas tres dimensiones de la sostenibilidad empresarial. Los informes de sostenibilidad permiten a las organizaciones abordar de una manera más global y cohesionada los riesgos y oportunidades asociados a su negocio y explicarlo a sus grupos de interés más allá de los puros resultados económicos.
Importancia de los informes de sostenibilidad para las empresas
Los informes de sostenibilidad son un elemento clave en las estrategias empresariales en la medida en que ayudan a mejorar la reputación y el nivel de confianza que las compañías generan entre sus públicos. Gracias a ellos, las partes interesadas conocen mejor los riesgos e impactos sociales y medioambientales de las actividades de la compañía, las acciones llevadas a cabo para mitigarlos y los objetivos que se marca la empresa para seguir avanzando en la senda de la sostenibilidad.
También la propia compañía y sus empleados y directivos se benefician de este conocimiento, que les permite comprender mejor los nuevos desafíos y oportunidades que representan las metas sostenibles y les ayuda a alinearlas con los objetivos generales de la empresa.
Elementos clave de un informe de sostenibilidad
Existen distintos tipos de informes de sostenibilidad, y, de hecho, la falta de uniformidad ha sido uno de los principales inconvenientes con los que se ha encontrado este tipo de reportes de cara a su implantación definitiva. A lo largo del tiempo estos informes han ido evolucionando en complejidad, rigor, importancia o carácter voluntario/obligatorio. Una amplia amalgama de fases y modelos que incluye desde los aún vigentes estándares Global Reporting Initiatives (GRI), mejores prácticas internacionales creados en 1997 para informar al público general de una variedad de impactos económicos, ambientales y sociales, hasta la Directiva 2013/34/UE, primera Directiva Europea que demandaba de manera explícita a las empresas que compartieran información relacionada con su actividad ESG.
La última gran novedad en esta evolución la constituye la Directiva (UE) 2022/2464 del Parlamento Europeo y del Consejo de 14 de diciembre de 2022 por lo que respecta a la presentación de información sobre sostenibilidad por parte de las empresas (CSRD), que sustituye a la anterior Directiva 2014/95/UE de Información No Financiera.
Esta norma amplia el ámbito de actuación de su predecesora, superando el concepto de Información No Financiera para pasar a denominarse Información de Sostenibilidad. La CRSD obliga a las empresas a informar sobre el impacto ESG de su actividad y aporta esa uniformidad de criterios que se echaba en falta en esta clase de reportes. Su redacción incorpora información precisa acerca del contenido de los mismos. En concreto, los artículos 19bis y 29 bis de esta CRSD, junto con los ESRS del European Financial Report Advisory Group (EFRAG), ayudan a establecer estándares claros para su redacción.
Según el texto, un informe estándar deberá incluir «la información necesaria para comprender el impacto de la empresa en las cuestiones de sostenibilidad», así como aquella que permita explicar «cómo afectan las cuestiones de sostenibilidad a la evolución, los resultados y la situación de la empresa». Para lograr este doble objetivo, el informe de sostenibilidad debe incluir los siguientes apartados y elementos:
● Una breve descripción del modelo de negocio y la estrategia de la empresa.
● Una descripción de los objetivos con horizonte temporal relativos a las cuestiones de sostenibilidad que haya fijado la empresa, entre ellos, por ejemplo, los objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para, como mínimo, 2030 y 2050.
● Una descripción de la función de los órganos de administración, dirección y supervisión en lo que respecta a las cuestiones de sostenibilidad.
● Una descripción de las políticas de la empresa en relación con las cuestiones de sostenibilidad.
● Información sobre la existencia de sistemas de incentivos ligados a cuestiones de sostenibilidad.
● Una descripción del procedimiento de diligencia debida aplicado por la empresa.
● Una descripción de los principales riesgos para la empresa relacionados con las cuestiones de sostenibilidad.
● Los indicadores pertinentes para la información a que se refieren los apartados anteriores.
Beneficios económicos y reputacionales de los informes de sostenibilidad
Entre los muchos beneficios que aportan a las empresas los informes de sostenibilidad destacan:
● Mejora la reputación. Un informe de sostenibilidad no solo refleja una intención clara por parte de la empresa de comportarse de un modo sostenible, sino que acredita esa sensibilidad con datos, actuaciones y objetivos concretos.
● Mejora la gestión de riesgos. En la medida en que estos documentos exploran diferentes escenarios en los que la empresa puede impactar en cuestiones ESG, ayudan a anticipar mejor a sus gestores posibles riesgos o eventos y a comportarse de manera más resiliente frente a ellos.
● Económicos. El informe ayuda, a su vez, a optimizar los procesos, detectar oportunidades, atraer inversores y evitar posibles sanciones y multas por incumplimientos normativos.
● Mayor participación de los stakeholders. Que se sentirán más inclinados a tomar parte en el devenir de una organización transparente con la que comparten intereses, valores y propósito.
● Mejores decisiones. Un informe de sostenibilidad facilita a las empresas valiosa información de cara a tomar mejores decisiones en su estrategia de negocio.
Marco normativo y regulador de los informes de sostenibilidad
La mencionada Directiva (UE) 2022/2464 CSRD del Parlamento Europeo y del Consejo de 14 de diciembre de 2022 marca la pauta de los informes de sostenibilidad en Europa. Su objetivo es «mejorar la información en materia de sostenibilidad con el menor coste posible, a fin de sacar el máximo provecho del potencial del mercado único europeo para contribuir a la transición hacia un sistema económico y financiero plenamente sostenible e integrador, de conformidad con el Pacto Verde Europeo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas».
Además de proporcionar indicaciones precisas acerca de cuál debe ser su contenido, la norma extiende su ámbito de aplicación a:
• Desde 2024: Aquellas empresas que ya estaban afectadas por la anterior normativa: cotizadas grandes, entidades financieras y seguros, con más de 500 empleados.
• Desde 2025: Empresas no sujetas a la Directiva sobre divulgación de información no financiera: cotizadas y no cotizadas de más de 250 personas empleadas y/o volumen de negocios neto de 40 M€ y/o total del balance de 20 M€).
• Desde 2026: Pymes cotizadas y entidades financieras pequeñas y no complejas.
• Desde 2028: Empresas no europeas cuyo volumen de negocios neto en la UE supere los 150 millones de euros y que tengan al menos una filial o sucursal en la UE que supere determinados umbrales.
En total se estima que las empresas europeas obligadas a reportar bajo la CSRD ascenderán a 50.000 frente a las 12.000 afectadas por la norma anterior.
El incumplimiento de la Directiva CSRD puede acarrear sanciones que de entre 10 millones de euros o el 5% del volumen de negocios anual de la empresa hasta 25.000 euros, y/o penas de prisión para los directivos de la empresa.
Cómo elaborar un informe de sostenibilidad efectivo
Para elaborar un buen informe de sostenibilidad conviene seguir una metodología y una serie de pasos. Un posible modelo sería:
● Compromiso de la alta dirección. Antes incluso de comenzar a pensar en elaborar el informe se precisa del compromiso y apoyo de los dirigentes de la empresa. Con él no solo se garantizan los recursos necesarios para elaborar el informe, sino que se envía una señal inequívoca al resto de la organización acerca de la importancia de esta acción.
● Identificación de los grupos de interés. Hay que conocer sus expectativas, intereses, preocupaciones en relación a la sostenibilidad, postura y nivel de apoyo a las actividades de la empresa.
● Identificación y evaluación de los temas de sostenibilidad. ¿Cuáles son los más relevantes para la organización? ¿En cuáles las actividades empresariales pueden generar un mayor impacto?
● Recogida de datos. Es imprescindible recopilar toda la información relevante acerca de las cuestiones a incluir en el informe, verificarla y reflejarla en el mismo.
● Establecer objetivos. Un apartado importante de todo informe de sostenibilidad es aquel en el que la empresa se marca unos objetivos en relación a la sostenibilidad asociados a un horizonte temporal concreto. De esta manera, en el siguiente informe se podrá constatar hasta qué punto se han cumplido esos objetivos, comparar el desempeño sostenible de la compañía con periodos anteriores y seguir introduciendo puntos de mejora.
● Comunicar. Una vez recogidos todos los datos y marcados los objetivos, es el momento de redactar de manera clara y transparente el informe.
● Revisión y aprobación. Uno de los últimos pasos antes de publicar el informe es la revisión del mismo para garantizar que este recoge fielmente la realidad de la empresa en relación a la sostenibilidad.
● Verificación externa. La acreditación por parte de un tercero aporta credibilidad y un mayor nivel de certeza y calidad a los informes. La verificación externa es obligatoria en España en virtud de lo dispuesto por la Ley 11/2018, que modificó el Código de Comercio, el Texto Refundido de la Ley de Sociedades de Capital y la Ley de Auditoría de Cuentas en materia de Información no financiera (EINF), y también está recogida en la nueva Directiva europea.
● Comunicación y feedback. Finalmente llega el momento de difundir el informe y obtener retroalimentación respecto al mismo de cara a introducir mejoras en ediciones futuras.
Ejemplos de buenas prácticas en informes de sostenibilidad
Obligatorios por Ley para muchas compañías, los informes de sostenibilidad son una realidad cada vez más presente en la información no financiera de organizaciones de todos los sectores y tamaños. Muchas de ellas, van más allá de lo exigido por la legislación vigente sobre la materia y realizan sofisticados ejercicios de transparencia para mejorar sus relaciones con sus grupos de interés. Algunos ejemplos de ello son:
● Coca Cola. El informe de sostenibilidad de la empresa de bebidas dedica apartados a las diferentes líneas de trabajo relacionadas con aspectos como gobierno corporativo, eficiencia hídrica, bebidas saludables, acción social, circularidad de los envases, emisiones o acciones con la cadena de suministro.
● Sidenor: La Memoria de Sostenibilidad 2023 de Sidenor obtuvo el premio ARC Awards, uno de los más prestigiosos en materia de informes en el mundo, en la categoría ‘Combined Annual & ESG Report’. El jurado destacó del trabajo “una narrativa cohesionada que conecta de manera eficaz una amplia gama de datos, infografías, imágenes y textos concisos, resaltando los principales logros corporativos y avances en materia de ESG (ambiental, social y de gobernanza)”.
Tendencias futuras en la elaboración de informes de sostenibilidad
Tanto desde un punto de vista formal como normativo y de alcance, los informes de sostenibilidad son una realidad dinámica que no deja de evolucionar. Algunas de las nuevas tendencias en esta materia son:
● Digitalización. La progresiva digitalización de los informes de sostenibilidad es una clara tendencia que ya viene recogida en la reciente Directiva sobre la materia.
● Integración. Otra de las corrientes en progreso es la integración entre informes financieros y no financieros, de manera que ambas dimensiones de la actividad empresarial formen parte de un todo perfectamente cohesionado.
● Ampliación. La importancia que la sostenibilidad está cobrando en las actividades empresariales hace que se amplíe cada vez más la relación de aspectos ligados a la misma susceptibles de ser impactados por la acción humana y, por tanto, de ser incluidos en los informes de sostenibilidad, así como impulsando una legislación más extensa y homogénea sobre estas materias.