Guía sobre envases comerciales: gestión, diferencias y obligaciones legales

En el mundo actual el consumo de bienes y alimentos, la logística o el comercio electrónico han alcanzado unos niveles de desarrollo sin precedentes. Y en ese mercado de incesante trasiego comercial los envases han adquirido un papel esencial. Estos no solo contienen, protegen y conservan los productos, sino que actúan como vehículo de comunicación y marketing entre las marcas y los consumidores. Todas esas funciones las deben realizar de una manera eficiente, segura y sostenible. De ahí que el universo de los envases sea cada vez más complejo y sofisticado, y que dentro de él existan distintas tipologías que atienden a sus propias reglas y objetivos. Una de ellas es la de los envases comerciales.

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¿Qué son los envases comerciales? Definición y ejemplos clave

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Definición

Los envases comerciales son aquellos envases de productos que están destinados al uso y consumo propio del ejercicio de la actividad comercial (al por mayor y al por menor, de los servicios de restauración y bares, de las oficinas y de los mercados, así como del resto del sector servicios, que no son susceptibles de ser adquiridos por el consumidor en los comercios) y que, por tanto, generan lo que se conoce como residuos comerciales (1).

Los envases comerciales deben diferenciarse de:

• Envases domésticos, que son “aquellos envases de productos presentados en un formato susceptible de ser consumido en un domicilio particular (bote de yogur, lata de refresco, botella de agua, bolsa de patatas, etc.), y que, por tanto, generan lo que se conoce como residuos domésticos” (2)

• Envases industriales: “aquellos envases de productos que, sin tener la consideración de domésticos están destinados al uso y consumo propio del ejercicio de la actividad económica de las industrias, explotaciones agrícolas, ganaderas, forestales o acuícolas y que, por tanto, generan lo que se conoce como residuos industriales (3)

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Ejemplos clave

Los envases comerciales tienen un formato, tamaño, gramaje y forma exclusivos para su comercialización en el propio canal comercial (4). Algunos ejemplos de envases comerciales son: un saco que transporta legumbres que se venderán a granel, una caja de cartón que contienen varios botes de tomate o el film retráctil que envuelve los productos de un pallet.

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