Gestión Sostenible del agua

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El agua es imprescindible para la vida, y por eso también lo es la gestión sostenible del agua. Es un elemento que mantiene el equilibrio de los ecosistemas y protege la biodiversidad, además de ser esencial para el consumo humano y la agricultura. Pero el planeta tiene un problema muy grave con el agua: su escasez. Según datos del World Resources Institute (WRI), más de 1.000 millones de personas viven en regiones con escasez de agua y hasta 3.500 millones podrían sufrir este problema en 2025.

A qué llamamos gestión sostenible del agua

La gestión sostenible del agua es el uso y control del agua de manera responsable y eficiente para satisfacer las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. Esto incluye la protección y conservación de los recursos hídricos, así como la promoción de la sostenibilidad ambiental, social y económica. La gestión sostenible del agua abarca una amplia gama de actividades, como la planificación y gestión de la demanda de agua, la protección de la calidad del agua, la gestión de la escasez de agua y la adaptación al cambio climático.

 

El 6º Objetivo de Desarrollo Sostenible está dedicado al agua. De su enunciado, “garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”, se desprende que cuidar los recursos hídricos es una responsabilidad compartida por todos. En ese “todos” están incluidas, por supuesto, las empresas, tanto aquellas que por su tipo de actividad tienen en el agua un recurso natural indispensable para sus procesos de producción como aquellas en las que es un elemento complementario. Estas son algunas de las estrategias que pueden seguir las empresas para hacer una gestión más sostenible del agua.

 

Impulso gubernamental y europeo para la gestión del agua

 

Las instituciones, autoridades y legisladores, tanto a nivel nacional como europeo, están apoyando e impulsando con sus directrices y normas un uso más racional. El Gobierno de España ha incluido la gestión del ciclo del agua como parte de los programas PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica), con inversiones anunciadas de más de 3.000 millones de euros para los próximos años. A nivel europeo, la Directiva del Marco del Agua de la EU marca el camino para garantizar la limpieza y disponibilidad del agua en Europa mediante la gestión de las cuencas fluviales.

 

Gestión Sostenible del agua en el trabajo

 

Al hablar de un recurso natural finito como es el agua, cada gota cuenta. Y en los espacios de trabajo, su gestión adecuada puede contribuir en gran medida a preservar este valioso recurso, además de cumplir una segunda misión no menos importante, la de concienciación de los propios trabajadores. Y es que cuando las medidas de ahorro de agua emanan claramente desde la alta dirección, y son los mandos los primeros en aplicarlas y en predicar con el ejemplo, es mucho más sencillo que la cultura de un uso más sostenible y circular de los recursos hídricos se extienda por la organización para que luego sean los empleados quienes continúen extendiéndola en su ámbito privado, este es el objetivo de las empresas con una estrategia de sostenibilidad.

 

Medidas que se están adoptando

 

Hay numerosas estrategias que se pueden seguir para ahorrar agua en el lugar de trabajo, la mayoría de las cuales son muy sencillas de aplicar y no requieren de grandes inversiones por parte de la empresa. Una de las primeras es realizar una revisión de las instalaciones de la empresa que impliquen consumo de agua. En este apartado entran baños, cocinas o sistemas de aire acondicionado. Una revisión periódica de las mismas puede evitar desperdicios innecesarios en forma de fugas. Según datos de la CNMC, el porcentaje de pérdida en redes de distribución a causa de roturas, fugas, averías o fraude supera el 25% del total de agua distribuida.

 

Reducir los consumos, especialmente, del aire acondicionado, que necesita grandes cantidades de agua para funcionar, es otra vía elemental y al alcance de cualquier empresa, una medida que además de disminuir los consumos de agua también tendrá un efecto balsámico en la factura de la luz. Lo ideal es adecuar ese consumo a las necesidades de cada momento, siempre de manera consensuada con los trabajadores, y evitar tener encendido el aire acondicionado de manera sistemática con independencia de la temperatura exterior o del número de personas que se encuentren trabajando en las instalaciones de la empresa en ese momento.

 

Una cultura de gestión sostenible del agua

 

Hacer un uso sostenible del agua es una tarea coral. Algo que puede ayudar a extender esa cultura de circularidad en el uso de los recursos es impulsarla a través de pequeñas campañas internas de concienciación. Emplear cartelería contando las ventajas del modelo, distribuir información a través de los canales de comunicación interna, programas de formación, charlas o incluso concursos e iniciativas que estimulen, premien y reconozcan los comportamientos circulares entre los empleados pueden contribuir a crear esa cultura de gestión sostenible del agua en el seno de la organización.

 

Empresas implicadas

 

Si la adopción de políticas sostenibles de gestión del agua es importante para todas las empresas, lo es más si cabe en aquellas que utilizan el agua como un componente fundamental de sus ciclos productivos. Es el caso, por ejemplo, de muchas empresas de bebidas embotelladas, en las que el agua es la materia prima principal. Algunas han dado un paso al frente en el tratamiento que le dan, asumiendo el compromiso de liderar el cambio de modelo y haciéndolo, además, desde una perspectiva de innovación y cambio tecnológico.

 

Algunas iniciativas pioneras en este sentido las han protagonizado empresas de referencia como Coca-Cola o Heineken. La primera despliega numerosas medidas dirigidas a mejorar su gestión, y se ha marcado el compromiso de devolver a la naturaleza el 100% del agua que utiliza en sus bebidas. Un compromiso que en 2021 superó ampliamente al devolver 3.669 millones de litros de agua (un 242,3% de agua devuelta a la naturaleza respecto a la embotellada en zonas de estrés hídrico en España).

 

Entre las acciones que Coca-Cola pone en marcha en este terreno está la evaluación previa, o Water Risk Assement del estado de los recursos hídricos de aquellos territorios en los que planea instalar una fábrica.  Además, la compañía mide la cantidad de agua que necesita para producir un litro de producto de cara a introducir mejoras que optimicen estos procesos. Su objetivo es reducir el ratio de agua un 20% en 2025 respecto a 2010.

 

También Heineken tiene el foco puesto en la gestión del agua, un elemento que representa el 95% del contenido de sus cervezas. Heineken España ha asumido el compromiso de reducir su huella hídrica a través del programa de gestión integral del agua Every Drop, que ya le ha permitido reducir su consumo de agua en fábricas un 33%. En los últimos diez años, el consumo de la compañía ha pasado de los 5 hectolitros de agua por hectolitro de cerveza a 3,29 hl/hl, con el objetivo final de reducirlo hasta los 2,6 hl/hl en 2030.

 

Además de estas medidas, la compañía ha puesto en marcha distintas iniciativas en el entorno de las regiones en las que opera, las cuencas de los ríos que nutren a sus cuatro fábricas en España, la del Guadalquivir, con Doñana (Sevilla) y Olivo (Jaén); la del Júcar, con Cañaveral (Valencia), y la del Jarama (Madrid). Con estos proyectos ecológicos, que contribuyen a preservar la vegetación y la fauna de estas áreas, se busca compensar esa parte del agua consumida en la elaboración de sus cervezas que no puede controlarse con medidas de eficiencia. La compañía ha alcanzado en 2022 el balance hídrico neutro en España, devolviendo a su origen toda el agua que utiliza en la elaboración de sus cervezas.