Garantía financiera de los SCRAP que deben conocer las empresas
Tabla de contenidos
- Qué es la garantía financiera
- Contexto de los Sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP)
- Importancia de la garantía financiera en SCRAP
- Tipos de garantía financiera
- Beneficios y desafíos de las garantías financieras de los sistemas de responsabilidad ampliada del productor
- Implementación y cumplimiento
- Legislación y normativas
- Experiencias prácticas
- Evaluación y mejoras
- Conclusión y perspectivas futuras
La población crece y, con ella, el consumo de productos y la generación de residuos. Reducir la huella ambiental de esa enorme cantidad de desperdicios que cada año acaban en vertederos o, peor aún, en la naturaleza es hoy una de las grandes prioridades de empresas y administraciones públicas. Pero eso cuesta dinero, y la lógica dicta que sean las propias compañías responsables de poner esos productos en el mercado quienes respondan económicamente de sus residuos. Una lógica que ya enunció la Unión Europea en su viejo principio de “quien contamina, paga” y que se ha trasladado a la legislación a través de los sistemas de responsabilidad ampliada del productor. Sin embargo, la ecuación no estaría completa sin un mecanismo que avalase que los costes del sistema son sufragados por aquellos a quienes les corresponde hacerlo. Ese mecanismo es la garantía financiera de los sistemas de responsabilidad ampliada del productor.
Qué es la garantía financiera
En terminología económica, una garantía financiera es un instrumento con el que se respalda el cumplimiento de las obligaciones financieras adquiridas por una de las partes en una relación contractual. Con ella se asegura que el pago de un pasivo financiero o una deuda adquirida es satisfecha.
Aplicada a la gestión de residuos, la garantía financiera de los sistemas de responsabilidad ampliada del productor persigue asegurar el cumplimiento de la obligación legal por parte de fabricantes y productores de productos de asumir responsabilidades respecto a los residuos que generan dichos productos lo largo de todo su ciclo de vida, lo que incluye las fases de diseño, producción, comercialización y disposición en forma de residuo. Estas responsabilidades implican sufragar, ya sea mediante un Sistema Individual de Responsabilidad Ampliada del Productor (SIRAP) o de forma colectiva (SCRAP), los gastos derivados de las operaciones relacionadas con la gestión de residuos y con el cumplimiento de una serie de objetivos de reducción y reciclaje.
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