¿Qué son las externalidades empresariales?

Las empresas no son entes aislados ni inocuos que actúan en entornos asépticos y de circuito cerrado, sino que todo cuanto hacen –sus procesos, sus operaciones, sus decisiones– tienen efectos en su entorno. Muchos de esos efectos son impredecibles, inesperados o incluso indeseados. Esos efectos, positivos y negativos, que las actividades empresariales tienen en elementos externos como el medio ambiente, la sociedad, el mercado, las comunidades locales y otros grupos de interés son conocidos como externalidades empresariales.

¿Qué se entiende por externalidades de la producción empresarial?

Se entiende por externalidades aquellos efectos derivados de las actividades económicas que afectan a agentes distintos a los que generan la actividad y que no pagan ni son pagados por esas actividades. Las externalidades pueden ser positivas o negativas, y pueden producirse en la fase de producción o en la de consumo (1).

Las externalidades negativas son un problema y se consideran, de hecho, un caso de fallo de mercado (2) cuando esos efectos sobre terceros no son repercutidos en el precio que paga el consumidor por los productos o servicios ni son tenidos en cuenta a la hora de estimar la estructura de costes e ingresos de las compañías, ya que se considera que al ignorar esa variable están asignando recursos de manera ineficiente.

Por ejemplo, los efectos perniciosos que una industria produce en el entorno y los ecosistemas próximos en forma de contaminación, y que pueden afectar a la biodiversidad de la zona, es una externalidad negativa si la empresa no introduce ese factor en su estructura de costes ni lo compensa de alguna forma.

Tipos de externalidades (3)

  • Externalidades positivas. Son aquellas cuyos impactos sobe terceros son beneficiosos para estos.
  • Externalidades negativas. Son aquellas que, por el contrario, producen efectos adversos en agentes que no participan del proceso de producción y consumo.
  • Externalidad de producción. Son los efectos colaterales de los procesos de producción, como los relacionados con la contaminación, los residuos o la estabilidad económica de una región o colectivo.
  • Externalidad de consumo. En este caso, la externalidad se produce una vez que los productos y servicios han salido al mercado, por ejemplo, los relacionados con los residuos domésticos.

Ejemplos de externalidades negativas y positivas

Algunos ejemplos de externalidades son:

Externalidades positivas

  • Circularidad. Las empresas que adoptan modelos económicos basados en la economía circular revierten de manera positiva en el entorno. Lo hacen a través del reciclaje, la reutilización o una optimización de recursos naturales, medidas de las que no solo se benefician las propias empresas, sino también la sociedad en su conjunto.

Ejemplo: TheCircularCampus es un espacio enfocado en economía circular especializado en el mundo de los envases. En él las empresas reciben formación y comparten conocimiento y experiencias sobre reciclaje, ecodiseño y otras derivadas circulares (4). Con ello se ayuda a las empresas a avanzar hacia una economía más circular y hacia envases que se puedan reciclar más y mejor, es decir, a convertir una externalidad negativa, como son los residuos, en una positiva a través de la circularidad.

  • Desarrollo económico. El hecho de que una industria se instale en una determinada localidad suele acarrear prosperidad y desarrollo económico indirecto para la zona, gracias a las nuevas necesidades de bienes y servicios que surgen alrededor de esa empresa y sus trabajadores.

Ejemplo: Nestlé cuenta con diferentes fábricas repartidas por el territorio nacional y que están íntimamente imbricadas en las comunidades locales. En ellas, la empresa de alimentación colabora estrechamente con los ganaderos y agricultores locales, generando una importante actividad económica auxiliar. En esas actividades destacan programas de formación para nuevas generaciones de estos profesionales, garantizando así el relevo generacional en uno de los sectores con mayor media de edad (5).

  • Capacidad de innovación. Las inversiones que las empresas hacen en tecnología e innovación pueden acabar repercutiendo positivamente en otras organizaciones y en la sociedad en general.

Ejemplo: El desarrollo de nuevas tecnologías de movilidad sostenible, como los coches eléctricos, produce beneficios económicos a las empresas responsables de esos desarrollos a través de la venta de los vehículos, pero también acaba repercutiendo positivamente en la población por la disminución de la contaminación atmosférica que trae consigo.

  • Infraestructuras. Una fábrica, una planta o una gran sede corporativa necesita de infraestructuras adecuadas para poder desarrollar sus actividades, unas infraestructuras que puede cofinanciar junto a las administraciones públicas y de las que se acaba beneficiando la comunidad en su conjunto.

Ejemplo: La parada de la línea 10 de metro de Madrid, Ronda de la Comunicación, fue construida para dar servicio al Distrito Telefónica, la sede central de la compañía en las Tablas, y financiada parcialmente por la multinacional de telefonía (7).

Externalidades negativas

  • Emisiones. Un ejemplo típico de externalidades negativas es la huella ambiental de las organizaciones derivada de las actividades productivas, como las emisiones de efecto invernadero (EEI) a la atmósfera.

Ejemplo: Industrias muy intensivas en carbono (hard-to-abate sectors), como el cemento (entre el 7-8% de las emisiones globales), el acero (7%) o la industria química y petroquímica (5%), que hoy por hoy son difíciles de descarbonizar (8).

  • Residuos. El exceso de residuos o su mala gestión, tanto durante la fase de producción como en la de consumo, es una externalidad negativa que afecta al medioambiente y a los ecosistemas.

Ejemplo: los vertederos electrónicos descontrolados como el de Agbogbloshie, en Ghana, han sido y siguen siendo un exponente de las externalidades negativas de la industria tecnológica de occidente sobre el tercer mundo (9).

  • Desigualdades sociales. Algunas prácticas empresariales provocan desigualdades sociales por condiciones de trabajo precarias e injustas.

Ejemplo: En 2013 un edificio de Bangladesh que albergaba cinco talleres de confección textiles se derrumbó debido a las malas condiciones del mismo. En el accidente murieron 300 trabajadores y resultaron heridos otros 1.000 (10).

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