En los últimos años, la creciente preocupación por el medioambiente ha provocado que muchas empresas desarrollen políticas para el tratamiento de residuos. Deshacerse de los residuos generados en la actividad supondrá un cada vez más importante coste económico. La recuperación de residuos y el reciclado de materiales, ayuda a mejorar la competitividad de las empresas, el reciclaje supondrá una alternativa de gestión más barata que la eliminación. Gracias a estos procesos las compañías consiguen mejorar su competitividad por ahorro de costes, ahorrando, al mismo tiempo recursos y energía. Además, se consigue disminuir de forma considerable los efectos adversos provocados sobre el medioambiente, algo que ayuda a su vez a proyectar a sus clientes una imagen positiva de compromiso de las empresas con la sostenibilidad y el desarrollo.
El uso de materiales que no aportan valor a los productos o procesos, residuos generados en la actividad productiva como recortes o excedentes, o bien los residuos de los envases necesarios para el transporte, manipulación y protección de componentes y materiales incorporados a los productos son ineficiencias de los procesos, cualquier minimización de las ineficiencias contribuye a mejorar la productividad, es decir analizar dónde se generan residuos es observar dónde hay ineficiencias lo que da paso a estudiar alternativas de ahorro, el objetivo, no producir residuos, está en línea con ser más competitivo. En muchos casos, la tecnología actual no permite eliminar todos los residuos, por ejemplo los troquelados redondos sobre láminas de metal producen excedentes de producción en forma de grandes láminas llenas de agujeros que pueden entenderse como un residuo, o como una materia prima con valor, en el primer caso, si se entiende como residuo y se tira a un vertedero tiene un coste, por el contrario, si se observa que se trata de metal y se recicla se obtiene un ingreso, este ejemplo, muy simple y obvio debería hacernos poner el foco en si todo lo que “sobra” en producción, plásticos, cartón, madera o metal, son residuos, o materiales, y si la venta de estos materiales, no siendo el objeto principal de la actividad, supone una mejora en la cuenta de resultados frente al coste de eliminación.
Implantar un correcto plan de gestión de residuos dentro de las empresas ayuda a optimizar la eficiencia de los procesos productivos, además de generar un mejor rendimiento económico. Para poder llevarlo a cabo con éxito es necesario identificar todos los residuos que se generan en las distintas fases de actividad de la empresa. A través de este análisis se podrán identificar las oportunidades de mejora para conseguir reducir el volumen generado. Una vez identificados se podrá evaluar cuántos de estos residuos son susceptibles de recuperación y cuáles pueden ser reciclados.
Recuperación de residuos
La recuperación consiste en el uso de los residuos generados en otros procesos diferentes del que se produjo. Esta recuperación se puede producir de forma directa o bien introduciendo algún tipo de manipulación o proceso.
La recuperación de residuos es la base para implementar un modelo de economía circular, ya que gracias a ella se consigue alargar la vida útil de los recursos. Así, por ejemplo, el poder calorífico de algunos residuos puede utilizarse como fuentes de energía. Para ello, los residuos son trasladados a plantas de valorización energética o biometanización, donde, o bien son transformados en biogás o bien se queman para obtener energía. A este proceso por el que los residuos se transforman en energía se le conoce con el nombre de valorización energética.
Otra manera de contribuir a la eficiencia es todos los componentes que dentro de productos desechados puedan ser separados y reutilizados dentro de otros productos o en nuevos procesos productivos, en la misma industria o en otros diferentes. Tanto materiales recuperados, subproductos, componentes o incluso energía como calor residual, pueden ser destinados a la integración en procesos productivos de otras empresas para conseguir su aprovechamiento directo. Es la denominada simbiosis industrial
Los procesos de valorización son muy importantes, tanto a nivel social como a nivel empresarial. Con ellos se consigue que muchos residuos puedan ser reutilizados, reduciendo el impacto que provocan sobre el medioambiente.
Reciclaje de materiales
El reciclaje puede definirse como un proceso de recuperación y transformación de los materiales que anteriormente habían tenido otro uso mediante el que se consigue crear nuevos productos.
Técnicas de reciclado y recuperación de residuos
Dentro del reciclaje podemos diferenciar dos variantes. Por un lado, estaría el directo: en el que se aprovechan los materiales sin haber sido sometidos a alteraciones en su estado físico, químico o biológico. Por otro lado, está en indirecto: en el que los materiales son aprovechados tras haber sido sometidos a una transformación.
Una parte fundamental dentro del reciclaje de materiales es el clasificado. Puede hacerse en el punto de origen, es decir, en cualquier domicilio, industria o establecimiento se separan los residuos y se depositan en los puntos de recogida correspondientes. Tras ello se seleccionan aquellos componentes o materiales que pueden ser reciclados.
Otra de las formas de llevar a cabo la clasificación es en la planta de tratamiento, donde -a través de una serie de procesos de separación tanto automatizados como manuales- se recuperan los elementos valorizables para una posterior comercialización o uso. El resto de los elementos que no son recuperables se preparan para ser sometidos a un tratamiento térmico o para depositarlos finalmente en el vertedero.
En cuanto a técnicas de recuperación de residuos se puede utilizar el poder calorífico de algunos de ellos como fuentes de energía. Para ello, los residuos son trasladados a plantas de valorización energética o biometanización, donde, o bien son transformados en biogás o bien se queman para obtener energía. A este proceso por el que los residuos se transforman en energía se le conoce con el nombre de valorización energética.
Otra manera de contribuir a la eficiencia es separar y reutilizar componentes de productos desechados para otros productos o en nuevos procesos productivos, en la misma industria o en otras diferentes. Tanto materiales recuperados, subproductos, componentes o incluso energía como calor residual, pueden ser destinados a la integración en procesos productivos de otras empresas para conseguir su aprovechamiento directo. Es la denominada simbiosis industrial.
Los procesos de valorización son muy importantes, tanto a nivel social como a nivel empresarial. Con ellos se consigue que muchos residuos puedan ser reutilizados, reduciendo el impacto que provocan sobre el medioambiente.
¿Cuáles son los beneficios de valorizar los residuos?
Incrementar la vida útil de los recursos cambiando el concepto de residuos por el de materiales mediante su reutilización o reciclaje es una de las bases de los modelos de economía circular. Gracias a estos procesos se consiguen beneficios como:
- Reducir la cantidad de residuos: con la transformación de los residuos para obtener nuevos materiales. A través de ellos se consigue una reducción considerable de la cantidad de basura vertida.
- Mitigar el impacto ambiental originado por la actividad productiva, evitando la extracción, transporte, transformación de materias primas vírgenes que suponen un mayor impacto ambiental en la cadena de valor.
- Con el Incremento de la fiscalidad ambiental contribuir a la de la rentabilidad económica de los procesos productivos: con el uso de materiales, se logra una reducción de los costes en la compra de materias primas. Además de esto hay que añadir la reducción de los costes en la gestión de residuos: al haber menos cantidad por ser aprovechados para otros procesos, el volumen de residuos no utilizables a gestionar es menor, por lo que el coste en este aspecto también será inferior.
- Incremento de nuevos modelos de negocio y nuevos empleos: la valorización de los residuos -tanto a nivel industrial como social- exige la creación de nuevos puestos de trabajo cualificado relacionados con ella. Esto supone a su vez la aparición de nuevos negocios que puedan centrar su actividad en esta transformación de los residuos. Según el estudio del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO (ISTAS-CCOO) para Ecoembes en 2020, el empleo generado en el sector del reciclaje de envases creció más de un 18% en los cuatro años anteriores.
- Reducción del impacto medioambiental: gracias a estos procesos se consigue disminuir el impacto que la actividad de las empresas provoca en el medioambiente.
Formación en Reciclaje de Residuos
Tras ver las diferentes técnicas y sus ventajas queda claro que las empresas prestan y van a prestar aún más atención a todos los procesos de reciclaje y reutilización. Es por ello que se abre un abanico de posibilidades laborales en torno a lo que se está denominando economía verde.
Más concretamente, la Organización Internacional del Trabajo estima en este informe que la economía verde podría generar en torno a 100 millones de puestos de trabajo en todo el mundo.
Otros análisis establecen al mismo tiempo una falta de profesionales en este ámbito, con lo que la formación en economía circular y el reciclaje de residuos será muy importante a la hora de encontrar salidas laborales. Existen diversos campus online que ofrecen formación y cursos en estos ámbitos, como por ejemplo The Circular Campus.
Pero el auge de este tipo de formación también ha ampliado la oferta a nivel de posgrados. Aquí destaca el ‘Máster Universitario en Gestión de Residuos y Aguas Residuales para la Recuperación de Recursos’ de la Universidad Autónoma de Madrid o el ‘Máster Universitario en Economía Circular’ de la Universidad de Zaragoza.
El Congreso Nacional de Recuperación y el Reciclado
Los días 15 y 16 de junio de 2022 se celebró en Madrid la decimonovena edición del Congreso Nacional de la Recuperación y el Reciclado. Se trata de un evento organizado por la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER). La edición número 19 del evento ha coincidido con los 40 años de existencia de la Federación, con una asistencia que ha superado los 500 participantes.
De cara al 2023, está prevista la celebración de este congreso para los días 8 y 9 de junio.