Amazon ha optado por empaquetar los productos que se envíen desde su propia red de distribución en bolsas de papel flexibles y sobres de cartón, en lugar de bolsas de plástico de un solo uso. Estos embalajes contienen, además, más material reciclado y permiten reducir el volumen de los paquetes en comparación con las cajas de cartón, que se seguirán empleando en los pedidos de mayor volumen. Al mismo tiempo, y en esta estrategia de reducción, Amazon está ampliando la selección de productos que se pueden enviar en el embalaje original proporcionado por el fabricante, y a los que solo hay que añadir una etiqueta con la dirección del cliente, evitando así el embalaje adicional.
La compañía ha llevado a cabo distintas iniciativas para mejorar la sostenibilidad de sus envíos. En 2008 lanzó el programa “Paquete Abrefácil”, que brinda a los clientes un embalaje fácil de abrir y 100% reciclable. Desde entonces, el programa ha crecido y evolucionado y ahora incluye una serie de iniciativas diseñadas para mejorar el embalaje que emplea en sus centros logísticos. A través de este programa, desde 2015, Amazon ha reducido el peso de los embalajes en un 36% de media por envío y ha eliminado 1 millón de toneladas de material de embalaje, que equivaldrían a unos 2000 millones de paquetes.
Además, la compañía distribuidora anima a sus colaboradores comerciales a enviar sus productos en paquetes fáciles de abrir, más sostenibles y reciclables, y listos para entregar a los clientes sin necesidad de embalaje adicional. La compañía trabaja para optimizar el embalaje en un laboratorio de I+D de última generación, así como en sus centros logísticos repartidos por todo el mundo, para identificar los pasos concretos que los colaboradores comerciales deben dar para que sus paquetes sean más sostenibles y, así, poder garantizar que los productos estén protegidos hasta la puerta del cliente.
Más información: aboutamazon.es