Con el Real Decreto 293/2018 de 18 de mayo, sobre la reducción del consumo de bolsas de plástico, el Gobierno de España adoptó medidas para reducir su consumo. El objetivo de la normativa sobre bolsas de plástico en España es prevenir y reducir los impactos adversos que los residuos generados por las bolsas de plástico producen en el medioambiente, en especial a los ecosistemas acuáticos y, en determinadas actividades económicas, como la pesca o el turismo.
Este Real Decreto incorpora la Directiva de la (UE) 2015/720 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2015, por la que se modifica la Directiva 94/62/CE en lo que se refiere a la reducción del consumo de bolsas de plástico ligeras.
A partir del 1 de enero de 2020 todas las bolsas fabricadas con más de 50 micras deberían contener un 50% de plástico reciclado. Toda bolsa que tenga un espesor menor deberá ser sustituida por un material más sostenible, por ejemplo, que sea compostable.
Además de ello, se prohibió el uso de bolsas oxodegradables, también conocidas como bolsas fragmentables. Este tipo de bolsas se fabrican con aditivos que se incorporan a las cadenas del polímero plástico, uniéndolas, aditivos que con el sol se descomponen rompiendo las cadenas, pero dejando los polímeros principales de la bolsa. Cuando la bolsa se degrada por completo, quedan trozos de plástico de pequeño tamaño, que pueden perjudicar el medio ambiente llegando incluso a la cadena trófica.
La normativa sobre bolsas de plástico en España es el fin de las bolsas de plástico
Las bolsas de plástico ligeras, entre 15-50 micras de espesor y muy ligeras. Menor de 15 micras, deben ser compostables.
El Real Decreto impone la prohibición de entregar de forma gratuita todo tipo de bolsas a excepción de las bolsas biodegradables o compostables con menos de 15 micras.
En relación al precio, la norma no establece nada. Tan sólo indica que no se puede entregar este tipo de bolsas de forma gratuita.
Los plásticos compostables se fabrican a partir de productos vegetales como puede ser la patata o el maíz. El objetivo principal de este tipo de producción es conseguir que el producto termine por servir como abono orgánico. Este tipo de bolsas también cuenta con su regulación específica por parte de la Comisión Europea.
En todo caso la Comisión exige a estas bolsas que no contengan materiales pesados, que sean un 90% biodegradables y que garanticen su desintegración.