Durante demasiado tiempo la humanidad ha vivido confiada en la creencia de que el planeta cuenta con recursos inagotables. Se equivocaba. Los recursos naturales de los que disponemos no sólo no son infinitos, sino que, de continuar por la actual senda de consumo descontrolado en la que nos hallamos inmersos, terminarán por agotarse. Uno de esos recursos indispensables para la vida (y que se encuentra, literalmente, en peligro de extinción a menos que se tomen medidas urgentes para protegerlo) es el agua. Y una de las principales herramientas de las que disponemos para hacerlo es la norma ISO 14046 para la evaluación de la huella hídrica.
Definición de huella hídrica
La huella hídrica (HH) es el volumen total de agua dulce que se necesita para producir los bienes y servicios que consume un individuo, una comunidad o un país. Este indicador fue creado en el año 2002 por el holandés Arjen Y. Hoekstra, profesor del Instituto para la Educación del Agua de la UNESCO. Seis años más tarde este experto fundó, junto a otras instituciones e investigadores la Water Footprint Network, una red mundial cuyo objetivo es impulsar la innovación y fomentar un uso racional y sostenible del agua.
El uso responsable del agua es un asunto capital en un contexto en el que la suma de factores como la superpoblación y las sequías generalizadas (consecuencia del cambio climático) conforman una tormenta perfecta que amenaza seriamente el suministro mundial. La importancia del uso sostenible del agua queda evidenciada por el hecho de que uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas está dedicado a esta materia, concretamente ODS 6: Agua limpia y saneamiento. Según los datos de la OMS y UNICEF, en 2022 alrededor de 2.200 millones de personas no disponían de acceso a agua potable gestionada de forma segura.
Propósito de la Norma ISO 14046
La norma ISO 14046 nace como resultado de la necesidad de crear un estándar de medición de la huella hídrica. Esta sirve como punto de partida para obtener un mejor entendimiento de los impactos relacionados con el agua, así como para generar prácticas sostenibles en relación a su consumo.
¿Qué es la huella hídrica?
Una vez que se han visto el concepto y significado de huella hídrica, es momento de analizar los métodos de cálculo existentes para su estimación. A grandes rasgos, el cálculo de la huella hídrica se efectúa sumando las necesidades de uso y consumo de recursos hídricos que supone cada una de las etapas del ciclo de vida de un producto. Estos van desde el origen hasta su consumo y disposición final. El resultado de esas sumas modulares se expresa en volumen (litros o metros cúbicos) por unidad de producto fabricado o servicio consumido.
Componentes de la huella hídrica (azul, verde, gris)
Para realizar el cálculo de la huella hídrica se tienen en cuenta tres tipos de recursos hídricos en función de su procedencia:
● Huella hídrica verde. Es el agua de las precipitaciones (lluvia y nieve). Ésta queda almacenada en la tierra y posteriormente se evapora, transpira o se incorpora a las plantas. Muy relevante para los productos agrícolas.
● Huella hídrica azul. Se trata del agua subterránea o en superficie que, o bien se evapora durante la producción de un producto, o bien se incorpora al mismo, o bien es vertida en el mar. La agricultura de regadío, la industria y el uso doméstico del agua son actividades en las que predomina la huella hídrica azul.
● Huella hídrica gris. Hace referencia al agua que resulta contaminada como resultado de los procesos productivos. Su cálculo se establece sobre la base de la cantidad de agua fresca que es necesaria para diluir los elementos contaminantes hasta que ésta cumpla con unos estándares de calidad mínimos.
ISO 14046: Fundamentos
¿Qué es la Norma ISO 14046?
La norma ISO 14046 es un estándar internacional diseñado para medir la huella hídrica. Esta norma marca los principios, los requisitos y la guía para su cálculo, evaluación y generación de informes, tanto en una auditoría ambiental propia como parte de la auditoría interna del certificado ISO 14001 de gestión ambiental.
Objetivos y alcance
Según su creadora, la ISO (Organización Internacional de Normalización), la norma ISO 14046 nace para «beneficiar a organizaciones, gobiernos y otras partes interesadas en todo el mundo al proporcionar transparencia, coherencia, reproducibilidad y credibilidad para la evaluación e informe de las huellas del agua de productos, procesos u organizaciones».
Por lo que se refiera a su alcance, sus principales características son que se basa en el análisis del ciclo de vida (de acuerdo con la norma ISO 10044 de impacto ambiental), es modular, incluye dimensiones geográficas y temporales, identifica la cantidad de consumo de agua y los cambios en la calidad del agua y utiliza conocimientos de hidrología.
Beneficios de la implementación
Entre los beneficios de implementar la ISO 14046 para el cálculo de la huella hídrica, figuran que:
● Permite evaluar la magnitud de potenciales impactos ambientales relacionados con el agua.
● Ayuda a identificar oportunidades para reducir los potenciales impactos para el medio ambiente relacionados con el agua y asociados con productos en varias etapas de su ciclo de vida.
● Facilita una gestión estratégica del riesgo relacionado con el agua.
● Mejora la eficiencia del agua y la optimización de su gestión.
● Proporciona valiosa información para la toma de decisiones de sostenibilidad a la industria, las administraciones y las organizaciones no gubernamentales.
● Facilita una información coherente, fiable y basada en la evidencia científica para informar de los resultados de la huella hídrica.
Importancia de la huella hídrica
Establecer la huella hídrica resulta esencial para conocer la situación de consumo de agua o el estado de los recursos hídricos disponibles en cada momento. Gracias a esta información, es posible desarrollar estrategias que permitan la optimización del consumo de agua y la mitigación de los impactos ambientales asociados al mismo. Su importancia es muy destacada en diferentes sectores de actividad:
● En la Agricultura. Se estima que la agricultura representa aproximadamente el 70% del uso mundial del agua, lo que convierte a esta actividad en el sector con la mayor huella hídrica. Se necesitan aproximadamente 10,000 litros de agua para producir 1 kg. de algodón, y aproximadamente 3.000 litros de agua para producir 1 kg. de arroz (7). Unas magnitudes que aportan una idea de la importancia de controlar y reducir la huella hídrica en la agricultura para garantizar los suministros de alimentos en el futuro.
● En la industria. El industrial es otro sector que se caracteriza por utilizar grandes cantidades de agua en sus procesos productivos. La correcta evaluación de la huella hídrica ayuda a las empresas a reducir sus consumos de agua y a minimizar el impacto ambiental de sus actividades.
● En el sector de alimentos y bebidas. La producción alimentos y bebidas listas para el consumo humano es otro de los grandes demandantes de huella hídrica. Respecto a las bebidas, se estima que un litro de cerveza implica el uso de 150 litros de agua y que una botella de vino equivale a 750 litros.
Cómo medir la huella hídrica
Pasos para la evaluación
La huella hídrica se calcula de diferentes formas. Puede estimarse mediante la suma de los sus componentes o tipos de agua (azul, verde o gris), o recurrir a la suma de la huella hídrica directa (consumida directamente los procesos de fabricación) más la indirecta o ‘incorporada’ en los productos y servicios a lo largo del proceso (por ejemplo, se necesitan 15,000 litros de agua para producir 1 kg de carne de res).
El cálculo de la huella hídrica de un producto implica analizar el consumo de agua en cada una de las fases del proceso productivo. Cuanto más complejo es ese proceso, más arduo resulta el cálculo de su huella hídrica. Esta es la razón por la que cada vez es más frecuente recurrir a la ayuda de herramientas y software especializado para su cálculo, por ejemplo, las llamadas calculadoras de huella hídrica o la Water Footprint Assessment Tool .
Ejemplos Prácticos
● Iberdrola. La empresa eléctrica efectúa un control riguroso del uso y los consumos de agua que realiza en sus instalaciones, los compara año a año y adopta medidas encaminadas a optimizarlos, por ejemplo, haciendo uso de agua reciclada o reutilizando agua en sus ciclos. Gracias a estos esfuerzos, el 96 %del agua captada en instalaciones de generación térmica y de cogeneración es retornada al medio.
● Coca-Cola. Entre 2010 y 2022, Coca-Cola logró reducir un 18,7% el consumo de agua en los procesos de fabricación de sus bebidas. Además, desde 2015 la empresa cuenta con planes de protección de las fuentes de agua y compensación de su huella hídrica que le permiten devolver al entorno el 100% del agua contenida en sus botellas y envases.
● Incarlopsa. En 2020, la compañía especializada en producción y elaboración de productos cárnicos porcinos certificó por primera vez su huella hídrica mediante una Evaluación y Declaración de Huella de Agua (Water Footprint Declaration o WFD) conforme con los requisitos de la norma: UNE-EN ISO 14046. La WFD incluyó en su análisis al 80% de las instalaciones de lncarlopsa a lo largo de un año.
Aplicación de la Norma ISO 14046
La evaluación de la huella hídrica en base a la norma ISO 14046 se articula siguiendo el siguiente esquema:
● Análisis del ciclo de vida, de acuerdo con la norma ISO 14044.
● Identificación de los impactos ambientales potenciales relacionados con el agua. Para ello, se tienen en cuenta las dimensiones geográficas y temporales.
● Estimación del consumo de agua y los cambios en su calidad mediante la aplicación de conceptos de hidrológicos.
Ejemplos de empresas que cumplen con la norma ISO 14046
Algunas organizaciones que ya han implantado la norma ISO 14046 para el cálculo de su huella hídrica suponen verdaderos casos de éxito en la gestión del agua:
● SACYR. Fue la primera compañía del sector de infraestructuras en verificar su huella de agua a nivel global. La compañía obtuvo la certificación AENOR de su huella hídrica de acuerdo a los requisitos establecidos por la norma ISO 14046. En 2023 SACYR logró aumentar la eficiencia en el uso del agua por encima incluso de sus propios objetivos previstos para 2025, un logro ha sido posible en gran medida gracias a las desaladoras de su filial Sacyr Agua y a su impacto positivo en zonas de alto estrés hídrico.
● Ayuntamiento de Valencia. El consistorio valenciano también fue pionero al obtener el certificado AENOR de Huella Hídrica norma ISO 14046. De esta forma, Valencia se convirtió en la primera ciudad del mundo en verificar y certificar el impacto hídrico de su actividad turística. El alcance de esta certificación, en la que también ha participado la compañía especializada en gestión del agua Global Omnium, incluye aspectos como transporte, alojamiento, restauración, ocio o uso de las infraestructuras públicas y privadas.
● Estrella de Levante. Toda la producción de la cervecera murciana incluye la cuantificación al detalle el consumo de agua a través de los indicadores ambientales de la Huella Hídrica (metodología de la Water Footprint Network) y la Huella de Agua (metodología ISO 14046). (13)
Desafíos y futuro
La huella hídrica se erige como un instrumento fundamental para crear conciencia acerca de nuestros consumos de agua y buscar soluciones que permitan articular un uso más responsable de los recursos hídricos.
Obstáculos en la implementación
La complejidad del cálculo de este indicador, las altas inversiones que requiere la innovación en infraestructuras y soluciones tecnológicas y la falta de concienciación son los principales obstáculos que ralentizan estos procesos.
Avances tecnológicos
La tecnología puede jugar un papel fundamental en la reducción de la huella hídrica. Se necesita invertir en el desarrollo de tecnologías que mejoren la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce, los servicios de saneamiento e higiene o la calidad del agua.
Perspectivas para la gestión sostenible
En un contexto de escasez de agua e incremento poblacional, la gestión sostenible del agua es un imperativo de cara a los próximos años. Una labor en la que gobiernos, empresas y consumidores deben trabajar alineados y en la que el cálculo de la huella hídrica a través de herramientas como la ISO 14046 será un aliado fundamental.