Infraestructuras y procesos de gestión de residuos
En un planeta cada vez más poblado e industrializado, las infraestructuras y procesos necesarios para realizar una adecuada gestión de residuos se han convertido en actores fundamentales para la preservación del medio ambiente. Estas complejas redes, estructuras y sistemas de recogida, selección y tratamiento permiten realizar una gestión responsable y sostenible de la ingente cantidad de desechos que las sociedades actuales generan en su día a día. Gracias a ellas, se reduce la huella ambiental de los residuos, se ahorra energía y materias primas y se salvaguarda la conservación de los ecosistemas y la salud de las personas. En este post realizaremos un informe a vista de pájaro de la situación actual de la gestión de residuos, así como de sus desafíos de futuro.
Centros de reciclaje y tratamiento de residuos
Los centros de selección, reciclaje y tratamiento de residuos juegan un rol esencial en la preservación del medio ambiente y la gestión sostenible de todo tipo de residuos. Gracias a estos centros de reciclaje y tratamiento, los residuos que se producen como resultado de las actividades humanas son transformados en recursos útiles que pueden ser reintroducidos en el sistema productivo. De esta manera, no solo se reduce la contaminación asociada a la disposición de los residuos en vertederos o –aún peor– en lugares no específicamente diseñados para ello como el propio entorno natural, sino que también se evita la extracción de nuevas materias primas. Todo ello redunda en la circularidad de los residuos, así como en la sostenibilidad de todo el sistema.
En este tipo de centros se realizan operaciones relacionadas con la separación, clasificación y procesamiento de los residuos de cara a su posterior reutilización o, en caso de que esta no sea posible, eliminación. Los centros de reciclaje y tratamiento de residuos se convierten así en un actor clave en el fomento de la economía circular, además de contribuir al impulso del empleo verde y generar interesantes oportunidades económicas alrededor del reciclaje. Solo en España, se estima que las inversiones asociadas al desarrollo de la economía sostenible permitirán crear alrededor de 280.000 puestos de trabajo sostenibles y empleo verde.
Innovaciones en la gestión y tecnologías aplicadas
Las innovaciones en la gestión de residuos y las tecnologías aplicadas a la misma están evolucionando a gran velocidad. Por un lado, asistimos a un cada vez mayor grado de diversificación, madurez y profesionalización en la gestión, cuyo exponente más claro son los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor, como el gestionado por Ecoembes para los envases domésticos ligeros, el papel y cartón.
Por otro lado, la tecnología ha irrumpido de lleno en estos procesos, con importantes avances que están transformando radicalmente la manera de abordar el tratamiento de los residuos. La progresiva automatización de los procesos en las plantas de tratamiento y reciclaje no solo permite que estos sean más ágiles y eficientes, sino que también reduce los errores y las mermas de manera significativa. Sistemas de separación y clasificación ópticos, magnéticos, aspiración por inducción, así como la incorporación progresiva de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, internet de las cosas o la impresión 3D con plásticos reciclados están llevando estos procesos a un nuevo nivel de desarrollo y sofisticación.
Impacto ambiental de la gestión de residuos
Los residuos que generan las actividades humanas tienen un impacto en la preservación del medio ambiente. Se estima que el 3,3% de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por los seres humanos proviene del sector de los residuos. Así, por ejemplo, los vertederos, las aguas residuales o su tratamiento producen emisiones de metano y óxido nitroso que se prolongan durante décadas, especialmente durante las fases de emplazamiento y explotación de los vertederos.
Otras actividades asociadas a los residuos que incrementan su huella ambiental son las derivadas de las operaciones de transporte, cuando éste se realiza en vehículos impulsados por combustibles fósiles, o la incineración de residuos, que libera cenizas y otros elementos tóxicos a la atmósfera.
Implicaciones económicas y sociales
Pero los residuos no solo producen efectos en el medio ambiente, sino también en otros ámbitos de las actividades humanas como la economía, la vida en las ciudades o las relaciones humanas. Además de los costes que implica la eliminación de desechos en vertederos o a través de la incineración, una mala gestión de residuos produce otro tipo de pérdidas en forma de extracción de nuevas materias primas y consumo de recursos que podrían haberse evitado en caso de haber recuperado esos residuos en operaciones de reciclaje.
No solo eso; una adecuada gestión de los residuos genera interesantes oportunidades económicas al sistema. Y es que el reciclaje y la recuperación de materiales también son una fuente de beneficios económicos gracias a la venta de materiales recuperados. En un contexto de crisis energética y encarecimiento de las materias primas como el actual, este aspecto resulta especialmente importante. Sin ir más lejos, el incremento de los ingresos derivados de la venta de materiales recuperados a las empresas de reciclado en los últimos ejercicios motivó que en junio 2022 el Consejo de Administración de Ecoembes aprobara una bajada media de las Tarifas de Punto Verde de un 9,4% a sus asociados en 2023.
Por otra parte, al margen de estas implicaciones económicas, en el plano social, una gestión adecuada de residuos tiene un impacto muy determinante en la calidad de vida de las personas, con efectos positivos en su salud, limpieza de las ciudades y niveles de contaminación. También una creciente concienciación acerca de una gestión responsable de los residuos y del papel ciudadano en la misma contribuye a generar una mayor cohesión social, así como a impulsar prácticas sostenibles en las comunidades.
Avances y mejoras en la gestión sostenible
En los últimos años se han producido notables avances en la gestión sostenible de residuos. El auge de la economía circular, una regulación que rema claramente en la dirección de la sostenibilidad y el creciente compromiso tanto gubernamental como empresarial y ciudadano con los pronunciamientos de la Agenda 2030 son factores que han dado un impulso sin precedentes a esta rama de la economía.
Uno de los cambios más significativos en este terreno ha sido el auge que ha cobrado la prevención como herramienta estratégica para combatir la generación de residuos en origen. De hecho, las principales novedades legislativas en materia de residuos, tanto a nivel europeo como nacional, ponen el acento en la prevención, siguiendo el principio de que «el mejor residuo es aquel que no se genera». En España normas como la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, o el más específico de envases, el Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, de envases y residuos de envases, dedican amplio espacio a la prevención de residuos, fijando objetivos muy concretos para su reducción.
Otro avance destacado es la creciente concienciación ciudadana con la necesidad de gestionar de manera responsable los residuos. En España, el 81,7% de la ciudadanía afirma separar sus envases, es decir, cuatro de cada cinco personas. Un hábito sostenible que permitió que en 2022 cada ciudadano contribuyera a una gestión más sostenible de los residuos de envases domésticos separando 27,1 kg en contenedores y papeleras amarillas y azules en 2022 para su posterior reciclaje.
El rol de la educación en la reducción de residuos
La educación y concienciación desempeña un rol fundamental en la consolidación de los modelos circulares en la gestión de los residuos. Y es que el camino hacia la circularidad pasa necesariamente por que la ciudadanía haga suyo el concepto de reciclaje y lo aplique en su día a día de manera natural. A este cambio significativo en el comportamiento ciudadano frente a los residuos contribuyen de manera decisiva la insistente acción divulgativa y de concienciación que tanto por parte de las administraciones públicas, como de entidades como Ecoembes, se lleva a cabo de manera sistemática.
La formación de los ciudadanos y del talento en las empresas es también el instrumento que permite la interiorización de conceptos clave para avanzar hacia una economía más circular que pasa, entre muchas otras cosas, por la reducción de residuos y la gestión adecuada de estos. En ese sentido, iniciativas como TheCircularCampus, de Ecoembes, aportan formación, información, recursos y vías de participación para ayudar a los profesionales de empresas a seguir avanzando en su desarrollo sostenible.
Comparativas a nivel regional y europeo
Europa tiene en la gestión de residuos uno de los puntos estratégicos de su política ambiental. Se estima que los países miembros generan alrededor de 2.200 millones de toneladas de residuos al año, de los cuales, más de una cuarta parte (27%) corresponde a residuos municipales. La UE se ha marcado unos objetivos de reutilización y reciclaje de los residuos municipales para 2030 del 60% y de reducir la cantidad que acaba depositada en vertederos a menos del 10% del total.
Según los datos de Eurostat (hasta 2021), España tiene una proporción de reciclaje y compostaje de residuos municipales del 36,7% (Alemania es el líder de esta clasificación con un 71%, seguida de Bulgaria –65,5%– y Austria –62,3%–), mientras que su tasa de vertido de residuos es del 43%, muy alejada del 1% de Dinamarca, el 2% de Países Bajos, el 3% de Bélgica o el 6% de Eslovenia.
Retos futuros
La gestión de residuos se enfrenta a una serie de exigentes desafíos que requieren de una respuesta inmediata. Algunos de estos desafíos son:
- Incremento de los residuos. La combinación de aumento poblacional y una creciente conciencia ambiental ciudadana da como resultado un constante incremento de la cantidad de residuos que será necesario gestionar en los próximos años.
- Irrupción tecnológica. Tecnologías exponenciales como la IA o el internet de las cosas pueden hacer que la gestión de residuos sea más ágil y eficiente. El desafío, por tanto, consiste en su incorporación paulatina y encaje en los sistemas de gestión, tanto desde un punto de vista de gestión de los datos de reciclaje y proyección de escenarios, como desde un planteamiento más operativo y de automatización de procesos.
- Inversiones. El crecimiento significativo que con toda seguridad va a seguir experimentando la generación de residuos obligará a efectuar fuertes inversiones tanto desde el ámbito público como privado para poder asumir su gestión. En ese sentido, ayudas europeas como las procedentes de los Fondos Europeos NextGenerationEU serán más necesarias que nunca.
- Mayor concienciación. Aunque el compromiso ambiental de administraciones, empresas y ciudadanía se encuentra en sus niveles más altos, todavía queda mucho por hacer. Será necesario seguir insistiendo a través de campañas de concienciación en la importancia de realizar una gestión sostenible de los residuos para lograr un planeta más limpio y habitable.
Propuestas y estrategias para mejorar la situación
La UE ha planteado una serie de medidas para reducir la generación de residuos en el continente. Estas forman parte del Plan de Acción de Economía Circular de la UE, un paquete de acciones cuyo objetivo es acelerar la transición hacia una economía circular. Entre ellas, destacan medidas destinadas a impulsar los productos sostenibles, capacitar a los consumidores de cara a la transición ecológica, revisar la normativa sobre productos de construcción o una estrategia sobre textiles sostenibles.
Además, en noviembre de 2022, la Comisión lanzó nuevas normas en materia de envases para toda la UE, entre las cuales figuran propuestas para mejorar el diseño de los envases o un etiquetado claro que fomente la reutilización y el reciclaje. Muchas de estas propuestas fueron recogidas en España por el Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, de envases y residuos de envases.