Finanzas sostenibles, por qué su empresa debería conocerlas

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La economía impulsa el mundo, sin duda. Pero hoy en día, el mundo enfrenta problemas éticos vinculados a la conducta de nuestros dirigentes, desigualdades sociales e injusticias, y desafíos ambientales ligados al cambio climático. Ninguna de estas cuestiones está desvinculada de la economía; al contrario, todas tienen un componente económico claro. Por tanto, tiene sentido abordarlas de manera unitaria a través de las llamadas finanzas sostenibles.

 

Al hablar de finanzas sostenibles, es fundamental abordar su definición y principios básicos. La CNMV las define como aquellas que, en el proceso de toma de decisiones de inversión, consideran factores medioambientales, sociales y de buen gobierno (ASG). Sus principios básicos incluyen la evaluación del riesgo en términos de sostenibilidad y la promoción de la transparencia y responsabilidad empresarial.

 

La importancia de las finanzas sostenibles en el contexto financiero actual no deja de crecer. Según el Estudio Anual Spainsif 2023, la inversión sostenible y responsable alcanzó 374.718 millones de euros en España en 2022, aproximadamente el 51% del total. A través de estas operaciones, los inversores destinan su dinero a empresas con comportamientos social y ambientalmente responsables, contribuyendo así a impactos positivos a largo plazo en la sociedad y el medio ambiente.

 

Marco conceptual de las finanzas sostenibles

 

Fundamentos y pilares

 

Estos se basan en lograr la convergencia de los aspectos financieros con el concepto de sostenibilidad que engloba los criterios ESG (environmental, social and governance) o su versión en español: ASG. Básicamente, esto supone valorar la rentabilidad de las inversiones a través del filtro de su incidencia en:

 

  • A (ambientales). Este criterio prima las inversiones que ponen su atención en aquellas actividades que, o bien contribuyen de forma positiva al medio ambiente, o bien recogen prácticas de gestión medioambiental que mitiguen o neutralicen los efectos negativos en el mismo por efecto de las actividades empresariales (por ejemplo, un sistema de control de consumo energético).

 

  • S (sociales). Se focalizan en aquellas prácticas empresariales que impactan en los trabajadores o en otros stakeholders como clientes, consumidores o las comunidades del entorno. Entre sus objetivos, se encuentran reducir la discriminación y la desigualdad o fomentar la inclusión de colectivos vulnerables.

 

  • G (buen gobierno). Tratan cuestiones de gobierno corporativo de la empresa y de su cultura organizativa. Transparencia, rendición de cuentas, remuneración de directivos o independencia de los órganos de gobierno forman parte de su ámbito de actuación.

 

Relación con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC)

 

Hay que considerar su relación con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). En común tienen que ambas se basan en una integración de las actividades económicas con la acción social, aunque mientras que la RSC lo hace a través de acciones directas de la empresa con las que demuestra comportamientos respetuosos con el entorno o la sociedad, las finanzas sostenibles amplían ese enfoque incorporando métricas y criterios de rentabilidad a la acción sostenible.

 

Instrumentos financieros sostenibles

 

A medida que la sensibilidad por la sostenibilidad se ha ido extendiendo en la sociedad, las finanzas sostenibles han ido ganando también en complejidad y sofisticación. Como resultado, hoy existe una extensa oferta de instrumentos y productos financieros sostenibles, cada uno de los cuales tiene unas características y fines definidos. Estos son algunos de los más extendidos:

 

  • Bonos verdes y sociales. Se trata de emisiones de deuda pública o privada a medio y largo plazo con los que se busca financiar, o bien proyectos que sean respetuosos con el medio ambiente, o bien que aspiran a lograr mejoras de tipo social.

 

  • Fondos de inversión sostenible. Son instrumentos de inversión y ahorro que incluyen criterios ESG en su política de inversión. Buscan obtener rendimientos financieros a largo plazo al mismo tiempo que tienen en cuenta el impacto ambiental, social y de buen gobierno de sus inversiones.

 

  • Otros productos financieros alineados con la sostenibilidad. Además de los anteriores, existen otros productos financieros como los préstamos verdes, los bonos de carbono, los fondos de inversión solidarios o los seguros de impacto ambiental. Todos ellos comparten un alineamiento con las cuestiones sostenibles, aunque cada uno lo hace desde un ámbito de especialización distinto.

 

Regulaciones y normativas en finanzas sostenibles

 

Marco legal que rige las finanzas sostenibles

 

El auge de las finanzas sostenibles ha obligado a regular legalmente este tipo de actividades económicas. El marco legal que rige las finanzas sostenibles tiene por objeto marcar directrices claras y homogéneas que aporten transparencia y consenso acerca de qué es y qué no es una inversión sostenible.

 

Normativas internacionales y nacionales

 

Diferentes normativas internacionales y nacionales abordan la cuestión de la sostenibilidad. A nivel europeo, la Taxonomía Ambiental de la Unión Europea, recogida en el Reglamento (UE) 2020/852, establece cuatro condiciones generales para considerar una actividad económica sostenible desde el punto de vista medioambiental. La primera condición implica contribuir sustancialmente a objetivos como la mitigación del cambio climático y la protección de la biodiversidad.

 

Otras condiciones para acreditar la sostenibilidad incluyen no causar perjuicio significativo a objetivos medioambientales, cumplir con garantías sociales mínimas y ajustarse a criterios técnicos de selección. La Unión Europea también trabaja en una Taxonomía social.

 

En el ámbito regulatorio europeo, iniciativas como el Reglamento de divulgación de finanzas sostenibles (SFDR), la Directiva (UE) 2022/2464 sobre divulgación de información de sostenibilidad (CSRD), estándares europeos de reporte de sostenibilidad (ESRS) y la normativa MiFID II buscan mejorar la transparencia y fomentar mercados financieros justos y eficientes, así como fortalecer la protección de los inversores.

 

A nivel nacional, aunque en España no existe una ley específica sobre finanzas sostenibles, estas están integradas en normativas recientes, como la Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética, que requiere la divulgación del riesgo financiero asociado al cambio climático por parte de entidades financieras, sociedades cotizadas y grandes empresas.

 

Desafíos y oportunidades en finanzas sostenibles

 

Beneficios económicos y sociales

 

El último informe anual «La Financiación Sostenible en España», elaborado por el Observatorio Español de la Financiación Sostenible (OFISO), confirma entre sus conclusiones que los factores ESG están imponiéndose en las mesas y las agendas de los órganos de gobierno y los consejos de administración a marchas forzadas, lo que confirma –asegura este trabajo–, «que han dejado de ser un nicho para convertirse en un factor estratégico» (8). Y es que los beneficios económicos y sociales que llevan aparejadas este tipo de operaciones son cada vez más evidentes, tanto para inversores particulares como institucionales.

 

Obstáculos para la adopción generalizada

 

Persisten obstáculos para la adopción generalizada de inversiones sostenibles. Uno de los principales es la necesidad de homogeneizar los criterios para definir inversiones sostenibles. Esta homogeneización es crucial para combatir el greenwashing y proporcionar claridad a los inversores. Según un informe de la Unión Europea, en más de la mitad de los casos, las empresas no brindan suficiente información para que los consumidores evalúen la exactitud de sus afirmaciones sobre la sostenibilidad de sus actividades y productos.

 

Para abordar estas deficiencias, se trabaja a través de la Taxonomía europea y otras iniciativas de estandarización como los Principios de Inversión Responsable de la ONU o las normas NIIF S1 y S2 del Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB), relacionadas con la información financiera y la información sobre el clima, respectivamente.

 

Impacto social y ambiental de las finanzas sostenibles

 

Las finanzas sostenibles se fundamentan en que son rentables precisamente porque apoyan proyectos y empresas que tienen un impacto positivo en la sociedad y el medioambiente.

 

Medición y evaluación del impacto

 

La medición y evaluación del impacto de las finanzas sostenibles implica definir indicadores de impacto claros, recopilar datos relevantes sobre el desempeño sostenible, realizar un análisis comparativo con estándares predefinidos, implementar seguimiento continuo, informar transparentemente sobre los resultados y ajustar estrategias según sea necesario. Este proceso garantiza una evaluación precisa y eficaz del impacto positivo de las inversiones sostenibles en áreas como la reducción de emisiones, inclusión social y otros objetivos sostenibles.

 

Estudios de casos y ejemplos concretos

 

Los bonos verdes, por ejemplo, están permitiendo la financiación de proyectos en energías renovables, como los parques eólicos marinos de Wikinger (Alemania), Saint-Brieuc (Francia) o Baltic Eagle (Alemania), todos ellos financiados a través de bonos verdes emitidos por Iberdola.

 

Integración de factores ESG en las decisiones financieras

 

Una de las cuestiones más complejas a la hora de tratar las inversiones sostenibles es cómo las empresas incorporan factores ambientales, sociales y de gobernanza en sus estrategias financieras. Al respecto, el documento A practical guide to ESG integration for equity investing, publicado por el PRI (Principles for Responsible Investment), red internacional de inversores respaldada por las Naciones Unidas, define la integración ESG como «la inclusión sistemática y explícita de factores ESG importantes en el análisis y las decisiones de inversión». Este organismo propone un modelo de integración de cuatro etapas: análisis cualitativo, análisis cuantitativo, decisión e inversión y evaluación de la propiedad activa.

 

Por lo que se refiere a las herramientas y metodologías utilizadas en la evaluación ESG, existen diversos ESG Rating que evalúan a las empresas según su desempeño ambiental, social y de gobierno corporativo. Algunos de los más destacados son el Dow Jones Sustainability World Index (DJSI), el FTSE4Good Index Series, el MSCI ESG Ratings, el S&P Global ESG Scores o el STOXX ESG Leaders Index.

 

Inversiones responsables y rentabilidad sostenible

 

Desde un punto de vista puramente económico, ¿cuál es la rentabilidad de activos con impacto social o ambiental? Distintos indicadores coinciden en situar muy a la par el rendimiento financiero de las inversiones sostenibles en comparación con las inversiones tradicionales. Por ejemplo, el índice MSCI World ESG Leaders Index –que engloba a todas aquellas empresas comprometidas con criterios sociales y medioambientales en todo el mundo– la sitúa en un 12,75% frente al 12,81% del MSCI World.

 

¿Cuáles son las mejores estrategias para lograr un equilibrio entre retorno y sostenibilidad? La diversificación de carteras hacia activos sostenibles, establecer unos objetivos realistas, investigar de manera exhaustiva las opciones, comprobar que los proyectos sostenibles elegidos están avalados por estándares internacionales de referencia y buscar asesoramiento son algunas de las vías para lograr ese balance.

 

Educación financiera sostenible

 

La educación financiera en clave de sostenibilidad es un elemento fundamental en el avance de las finanzas sostenibles. En ese sentido, el fomento de la conciencia financiera sostenible permite incrementar el conocimiento sobre los conceptos básicos de las finanzas tradicionales, al tiempo que se incorporan los factores ESG.

 

Con este objetivo, existen numerosos programas educativos y recursos disponibles. Por citar algunas de estas iniciativas, la CNMV, dispone de un curso básico de Finanzas Sostenibles, Banco de España cuenta con una serie de videos que incluyen esta temática y SpainSif ofrece el MOOC gratuito «Elaboración de una cartera de inversión sostenible».

 

Casos exitosos en finanzas sostenibles

 

Ejemplos de empresas e instituciones que han implementado con éxito estrategias financieras sostenibles incluyen:

 

  • Tesla, Inc.: la audaz apuesta de Elon Musk por la movilidad eléctrica demuestra que rentabilidad económica y sostenibilidad son conceptos compatibles.
  • Unilever: su Plan de Vida Sostenible destaca como modelo de integración de la sostenibilidad en toda la cadena de valor de la compañía.
  • Banco Triodos: especializado en financiar proyectos sostenibles, desde iniciativas de energías renovables hasta proyectos de agricultura ecológica o de carácter social.
  • Green Bond Program: este programa pionero en la emisión de bonos verdes para proyectos sostenibles del Banco Mundial ha abierto vías para la inversión sostenible en todo el mundo.

 

Estos ejemplos ofrecen lecciones aprendidas y mejores prácticas, resumiéndose en que las prácticas sostenibles son una vía directa hacia la rentabilidad financiera.

 

Futuro de las finanzas sostenibles

 

El futuro de las finanzas sostenibles se adivina prometedor, no solo porque la sostenibilidad sea una variable cada vez más presente en las agendas empresariales, gubernamentales y ciudadanas, sino porque su natural evolución hace que surjan productos financieros cada vez más sofisticados y ajustados a las necesidades de los inversores. En ese sentido, algunas tendencias emergentes y desarrollos futuros que ya se vislumbran son el crecimiento de productos financieros innovadores como bonos de carbono o derivados climáticos.

 

La aplicación de tecnologías emergentes a este tipo de operaciones, como la tokenización de activos, blockchain o inteligencia artificial, está llamada a aportar mayor transparencia, trazabilidad y seguridad a la gestión de riesgos relacionados con las finanzas sostenibles.

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