En los últimos años se han producido importantes cambios en los hábitos alimentarios y, en consecuencia, de consumo. No hace tanto, era habitual ver a trabajadores haciendo un alto en su jornada para tomar el almuerzo, que llevaban al lugar de trabajo desde sus casas en las clásicas fiambreras de aluminio. Hoy esa costumbre sigue vigente en numerosos entornos laborales, solo que aquellos envases han sido sustituidos por otros formatos como los extendidos tupper.
Sin embargo, las dificultades actuales para conciliar vida personal y profesional hacen que muchas personas tengan dificultades para encontrar el tiempo o la voluntad para prepararse su comida del día siguiente. Para compensar esa carencia, la industria alimentaria ha creado una amplia gama de alimentos preparados y precocinados que pueblan las estanterías de las tiendas de alimentación. Y es ahí, a la hora de encontrar un envasado sostenible y circular para este tipo de alimentos donde los envases de aluminio con tapa aparecen como una solución idónea.
Propiedades de los envases de aluminio con tapa
El aluminio es el segundo metal más empleado en el mundo. Se caracteriza por su ligereza, durabilidad, comodidad y su capacidad de aislamiento. Por tanto, los envases de aluminio con tapa proporcionan altos niveles de seguridad a los alimentos y protección frente a la contaminación. Además, brindan una gran protección contra los daños físicos y ambientales durante la manipulación, el transporte y el almacenamiento de los mismos. A ello hay que añadir que el aluminio es un material muy ligero y resistente a la corrosión atmosférica, así como al agua y al calor, lo que convierte a los envases de aluminio con tapa en muy indicados para conservar la temperatura de los alimentos que contienen.
Por otro lado, los envases de aluminio con tapa son un medio ideal para evitar que el contenido pueda derramarse, por lo que también son muy utilizados tanto en restauración como para uso doméstico. En este último caso, los envases de aluminio con tapa son horneables, antigrasa y fáciles de limpiar por lo que pueden reutilizarse en la cocina doméstica.
Pero es en los platos preparados y precocinados donde los envases de aluminio con tapa ofrecen sus mayores prestaciones. El aluminio cumple requisitos fundamentales para la protección de los alimentos durante el transporte, así como para favorecer una buena y duradera conservación hasta que llegan al consumidor final. Además, son de fácil impresión en su superficie para identificar la marca y otros requisitos del envase y su contenido.
En cuanto a precauciones a tener en cuenta, es importante recordar que el aluminio es soluble en pH ácidos, por lo que no es conveniente utilizar los envases de aluminio de uso doméstico para calentar, cocinar o almacenar alimentos calientes que tengan un alto contenido de acidez como frutas y verduras.
Tipos de envases de aluminio con tapa y su uso
Los principales tipos de envases de aluminio con tapa existentes en el mercado son:
- Envases rígidos de aluminio: latas de bebidas y refrescos.
- Productos semirrígidos de aluminio: las bandejas de alimentos precocinados, las tarrinas de flanes u otros postres como pudin o las tapas de los yogures.
- Envases flexibles de aluminio: films de aluminio para envasar alimentos o tapas de yogur.
- Envases de aluminio con tapa para alimentos congelados, preparados y precocidos. En este caso, se utilizan láminas de un grosor entre 0.5 – 0.1 mm. Para su elaboración se pueden utilizar diversas aleaciones como manganeso, zinc o cobre entre otros. Se fabrican a partir de láminas delgadas, obtenidas por reducción en frío.
Facilidad de reciclaje de los envases de aluminio con tapa
Si algo caracteriza al aluminio es su facilidad para ser reciclado. Es un material 95% reciclable, del que se puede obtener un producto con idénticas propiedades al original y que se puede reciclar indefinidamente sin perder ni un ápice de calidad. Además, la energía que se necesita para el proceso de reciclado del aluminio llega solamente al 5% de la necesaria para producir el aluminio primario.
El proceso de reciclado de los envases de alumnio con tapa es relativamente sencillo. Se inicia con un tratamiento de separación magnética mediante el cual se eliminan las impurezas y restos de comida de los envases. Posteriormente, el material se tritura y purifica, para después proceder a la fundición de los fragmentos de aluminio. En la siguiente fase se generan nuevas láminas que se convertirán en nuevos envases de aluminio con tapa para, finalmente, reiniciar el proceso con su distribución y consumo.
Esta facilidad de reciclado hace de los envases de aluminio con tapa una pieza fundamental en el camino hacia la economía circular. Se estima que el 75% de aluminio que se ha producido en el mundo en el último siglo se encuentra todavía en uso gracias a su fácil reciclaje. Según datos del estudio de Arpal, que complementan los ofrecidos por Ecoembes, el aumento de la cantidad de envases metálicos por habitante ha crecido significativamente en los últimos años, alcanzando unas tasas de reciclado del del 52,1% (64.287 toneladas de envases de aluminio con tapa).
Sin embargo, a pesar de esta creciente concienciación ciudadana sobre la necesidad de reciclar, aún se generan dudas, especialmente acerca del lugar en el que deben ser depositados los envases de aluminio con tapa para su posterior reciclaje. La respuesta a esa pregunta es rotunda: en el contenedor amarillo.
A partir de esa acción por parte de los consumidores se recoge el aluminio y se transporta a las plantas de reciclaje.
Normativa en envases de aluminio con tapa
Al estar destinados, en un alto porcentaje, al envasado de alimentos, la regulación referente a los envases de aluminio con tapa es extensa. Ésta abarca las siguientes normas:
-El Reglamento (CE) 1935/2004 sobre los materiales y objetos destinados a entrar en contacto con alimentos.
-El Reglamento (CE) 2023/2006 sobre buenas prácticas de fabricación de materiales y objetos destinados a entrar en contacto con alimentos.
-El Reglamento (CE) 450/2009 sobre materiales y envases activos e inteligentes destinados a entrar en contacto con alimentos.
Además, algunos materiales disponen de legislación armonizada específica que define los requisitos especiales de los mismos:
-Reglamento (UE) 10/2011 sobre materiales y objetos plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos.
-Reglamento (CE) 450/2009 sobre materiales y objetos activos e inteligentes destinados a entrar en contacto con alimentos.
