El viaje sostenible que han emprendido las sociedades actuales es un camino largo, plagado de obstáculos y que no siempre avanza en línea recta. Pero también es un trayecto en el que es posible reconocer determinados hitos que nos indican que cada vez estamos más cerca del objetivo. Uno de esos puntos de inflexión viene marcado por la nueva normativa que establece una concepción de la sostenibilidad menos aspiracional y más integrada de manera íntima y sustancial en las actividades económicas humanas. Ecomodular los costes de la gestión de los envases es uno de los últimos avances en este terreno.
¿Qué supone ecomodular?
El prefijo “eco” ya nos proporciona una valiosa pista acerca de lo que significa ecomodular. Se trata de un concepto que gravita en la órbita del ecodiseño de los productos, por lo que está asociado a una manera de producir que incorpora la sostenibilidad ya desde las fases de concepción y diseño. La ecomodulación da un paso más allá al incorporar a esa fase de diseño elementos que influyen en la gestión del residuo generado por ese producto al final de su vida útil y facilitar su clasificación y cuantificación. Elementos como la naturaleza y la cantidad de material empleado en la fabricación del producto, la presencia en el mismo de material reciclado y/o de sustancias peligrosas o su durabilidad, capacidad de reparación, reutilización y reciclaje.
En el terreno específico de los envases, la Guía de Ecomodulación 2024, publicada por Ecoembes, señala que “dentro de los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), la ecomodulación tiene como objetivo regular la contribución financiera que realizan las empresas a dichos sistemas en base al impacto en el proceso de selección y reciclado asociado a sus envases, así como fomentar la circularidad incorporando material reciclado”.
Ecomodular los SCRAP y sus tarifas
El Real Decreto 1055/2022 de envases y residuos de envases ha incorporado la ecomodulación al régimen normativo de los envases con el objetivo de fomentar su ecodiseño. Esto tiene, como ya se ha apuntado, una incidencia directa en los sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) y en las contribuciones económicas que sus empresas adheridas realizan a los mismos para cumplir con el principio europeo de “quien contamina, paga”.
En concreto, el Real Decreto establece unas directrices, aplicables desde enero de 2024, para la ecomodulación de la contribución financiera que realizan las empresas a los SCRAP. Estas directrices de ecomodulación van encaminadas a impulsar que los envases sean más ligeros, que tengan un mayor grado de reciclabilidad y que incorporen materias primas secundarias posconsumo. En base a ello y a criterios técnicos objetivos, Ecoembes ha definido los atributos técnicos que permiten cuantificar la facilidad de selección y reciclado de los envases así como la incorporación de materia prima reciclada.
Lo interesante de este sistema de ecomodulación es que, en función de este comportamiento, los atributos técnicos computarán como bonificaciones o penalizaciones siguiendo un modelo semafórico. La clasificación de cada uno de estos atributos se ha estudiado para cada fracción de material que gestiona Ecoembes. De momento, sólo estarán ecomodulados los envases en que el elemento principal es de plástico o de papel cartón, ya que se han identificado otras fracciones de material en las que los atributos no son diferenciales.
Ecomodular… entre todos
Las directrices propuestas por la nueva norma no son todavía vinculantes, y podría decirse que se encuentran en fase de tentativa. De hecho, los SCRAP pueden aplicar los criterios recogidos por el Real Decreto para fijar sus sistemas de bonificaciones y penalizaciones u optar por otros propios similares. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) se ha dado un plazo de 4 años para analizar los efectos de estas medidas en los SCRAP antes de convertirlos en vinculantes.
Ecomodular no es nuevo
En realidad, el concepto de ecomodular las tarifas de los SCRAP no es nuevo: desde el momento en que sus tarifas del Punto Verde se expresan en términos de euros/kg, Ecoembes ya estaba aplicando un cierto grado de modulación a su sistema de financiación, ya que para una misma funcionalidad y material, un envase más pesado paga una tarifa mayor que la de uno más ligero. Un concepto de modulación a partir de criterios técnicos (en este caso, peso y material) que la entidad ha seguido evolucionando y que, con la llegada de la nueva normativa, ha cristalizado ahora en un nuevo modelo de ecomodulación.
Objetivos de ecomodular las tarifas
Las directrices de ecomodulación establecidas en el Real Decreto 1055/2022 aspiran a lograr unos envases más ligeros, con más reciclaje y con una mayor presencia de materias primas secundarias posconsumo. En concreto, sus objetivos son:
- Fomentar la incorporación de materia prima reciclada posconsumo.
- Aumentar la reciclabilidad de los envases recogidos.
- Favorecer la separación de residuos mediante las características del envase.
- Incentivar la puesta en el mercado de envases con un alto grado de reciclabilidad.
- Favorecer que la nueva materia prima pueda volver a ser reincorporado al mercado.
Ecomodular en base a atributos técnicos
Para lograr estos objetivos, la ecomodulación establece una serie de atributos técnicos que permiten convertir en números la facilidad de selección y reciclado de los envases y la cantidad de materia prima reciclada.
A partir de los requerimientos del RD, Ecoembes ha establecido sus propios atributos técnicos asociados a estos objetivos. En concreto, para fomentar la incorporación de materia prima reciclada posconsumo, el principal atributo es el porcentaje de esta materia prima en el elemento principal del envase.
Respecto al fomento de la reciclabilidad, ha establecido cuatro atributos: el color, si el elemento principal del envase es multimaterial, la etiqueta grande (≥ 2/3 partes del cuerpo del envase) y la compatibilidad de material entre el elemento principal y los elementos que lo acompañan. Para cada uno de estos atributos técnicos, los envases presentan distintas características que favorecen su proceso de selección y reciclado o que, por el contrario, suponen una barrera para ello. Este comportamiento de los envases en función de sus atributos es lo que permite determinar las bonificaciones y penalizaciones que se aplicarán después a las tarifas.
Se analizan estos atributos por cada fracción de material de forma independiente. En el caso de las fracciones que gestiona Ecoembes: PET, PEAD, otros plásticos rígidos, plásticos flexibles, papel/cartón, acero, aluminio, briks y madera. De los cuales, acero, aluminio, madera y briks, no ecomodulan.
Un proceso en constante evolución
Por último, conviene apuntar que ecomodular no es un concepto estático, sino un proceso en constante evolución, por lo que estos primeros modelos son solo versiones preliminares que, presumiblemente, irán evolucionando con el tiempo, con la incorporación de nuevos atributos técnicos y en consonancia con los avances producidos en esta línea en el resto de países europeos.