¿Cómo analizar el comportamiento de los usuarios frente a los envases?

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El diseño de los envases es, en muchos casos, uno de los principales motivos de compra de un producto. Conseguir una apariencia diferenciadora, llamativa y con personalidad puede influir en el  comportamiento de los usuarios frente a los envases.

 

Saber cuál es el envase que va a funcionar no es sencillo. Una de las estrategias para poder acercarse al modelo adecuado es analizar el comportamiento del consumidor en relación con estos envases en la fase de diseño. Para ello los envases se someten a una serie de test de prueba entre una muestra de la población que representaría todo el target potencial del producto.

 

Con estas evaluaciones las compañías consiguen recopilar información útil para llegar a decidir si un determinado producto cumple con las características oportunas para poder satisfacer las necesidades de los consumidores.

 

Esta fase de prueba es muy interesante puesto que con ella no sólo se identifica el comportamiento de los consumidores, sino también su percepción, algo que ayuda a detectar las posibilidades de mejora para satisfacer sus necesidades. También sirve para identificar el impacto que genera, así como su grado de atractivo.

 

Los test de envase ayudan a conocer los puntos fuertes y débiles de los envases, las características más destacables para los consumidores, la imagen de marca que transmite o incluso el posicionamiento que podría tener dentro de los productos de la misma característica. En definitiva, ayudan a tener una foto más real de aspectos decisivos que pueden determinar la compra o no del producto.

 

Ventajas de los test de envases

 

El modelo económico lineal que lleva en funcionamiento desde hace años, basado en la extracción, producción, consumo y eliminación implica un alto coste ambiental tanto a la hora de crear los productos como en el momento de acabar su ciclo de vida. Según datos de la estadística sobre Recogida y Tratamiento de Residuos realizado por el Instituto Nacional de Estadística y publicados en noviembre de 2021 , actualmente cada español genera al año una media de 483,7 kg de residuos urbanos. En una etapa de transición a un modelo de economía circular, es fundamental implantar nuevos sistemas más sostenibles, en los que se aprovechen los recursos y ofrezcan una nueva vida a los residuos generados.

 

En este sentido, los test de envases ayudan a las empresas a estimar la acogida que podrían tener los productos en el mercado una vez se hayan aplicado los cambios pertinentes para reducir su impacto ambiental.

 

Gracias a estas pruebas, en primer lugar, se consigue identificar cuáles son las alternativas de envases más apropiadas para cada producto.

 

Por otro lado, también ayuda a definir cuáles son los formatos de etiquetas que tienen una mejor valoración por los consumidores. Todas las etiquetas en las que se incluye información del producto y de su compromiso medioambiental deben ser claras e inspirar confianza en los potenciales compradores.

 

Asimismo, también ayudan a tomar decisiones sobre la apariencia que puede tener una mejor acogida. Para ello se analizan aspectos como las formas o tamaños, los colores, el diseño o los materiales con los que está fabricado. Se trata, por tanto, de fusionar todos estos factores y detectar la versión más atractiva para el consumidor, de acuerdo con las características del producto y los valores de la marca.

 

Para poder analizar el comportamiento de los usuarios frente a los envases hay otras alternativas además de los test. Por un lado, está la exposición y prueba del producto. Para ello se distribuye el artículo a una muestra de consumidores para que sea utilizado durante un determinado tiempo para que, posteriormente, en sesiones de grupo se pueda analizar a fondo el impacto que ha tenido en ellos.

 

Por otro lado, están las entrevistas en profundidad mediante las que se obtiene información sobre las experiencias y procesos de la muestra de clientes. Estas entrevistas sirven de gran ayuda como complemento de otras estrategias, ya que se consigue información -en cierto modo confidencial- que los usuarios no revelarían en otro canal.

 

Por último, están las encuestas cerradas, en las que se hacen preguntas breves sobre el producto, el envase o su etiquetado para conseguir mejorar su planteamiento. También sirven de complemento de otras estrategias. Por ejemplo, se pueden hacer antes de la exposición o entrega a la muestra de potenciales consumidores.

 

¿Cómo analizar el comportamiento de los usuarios frente a los envases?

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